En el primer semestre de este año ya se reportaron 21 casos, uno de los peores registros de violencia cinco años, según datos oficiales. En la mayoría de los casos son mujeres jóvenes que fallecen a manos de una familiar cercano.
De enero a junio se han registrado un total de 21 casos de violencia contra las mujeres que terminan de manera trágica con el fallecimiento, siendo este número el peor registro desde el año 2018, según un informe que presentó la investigadora Dra. Raquel Iglesias.
El aumento de la brutalidad de los casos también son motivo de preocupación, como es el caso de una niña de apenas tres años de edad que perdió la vida a consecuencia de golpes sistemáticos proporcionados por su padrastro. También en su informe, la investigadora recordó el caso de una abogada de 53 años que falleció días después de ser ingresada a un centro asistencial en Ciudad del Este por golpes recibidos por su pareja.
“A partir del 2018 había observado una tendencia de disminución en el número de víctimas, en el año 2020 y 2021, los números se mantuvieron estables, pero este año hubo un aumento importante que se acercan a los números que tuvimos en 2017, uno de los peores años”, afirmó Iglesias.
Un dato que tampoco es menor, es que en los casos que se reportaron en lo que va de este año hay una preeminencia de víctimas menores de edad, y también llama la atención que los agresores son personas jóvenes de entre 19 a 22 años, que portan armas. “En estos casos, persiste como un factor común los antecedentes de violencia intrafamiliar, amenazas por una relación sentimental cortada o tras una denuncia. No se conocen programas de prevención dirigidos a hombres agresores con casos judicializados”, lamentó.
Para la investigadora una secuencia devastadora que dejan también estos casos de muertes violentas de mujeres es, en el caso de las madres, los hijos huérfanos que en mucho de los casos inclusive han sido testigos de los crímenes y las consecuencias psicológicas y psiquiátricas que esto representa.
“Además se observan diversas expresiones de violencia política, telemática, a la dignidad, simbólica y verbal hacia las mujeres, siendo una nota preocupante un silencio importante. A 61 años de la Ley 704 de los Derechos Políticos de la Mujer aún hay un enorme trabajo que realizar para lograr que los logros en papeles se concreten sustancialmente, sobre todo, en una sociedad que rechaza cualquier menoscabo a las mujeres, niñas y adolescentes”, remarcó.
SITUACIÓN REGIONAL
Un informe denominado Impacto Social del Covid en América Latina, publicado esta semana por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), destaca la manera en que los casos de violencia contra las mujeres han tenido un significativo incremento, principalmente, desde el 2020 cuando por motivos de las crisis sanitarias los países se vieron obligados a tomar medidas de confinamiento.
En un cuadro comparativo, Paraguay aparece en la lista de los primeros cinco países de Sudamérica que reporta mayor número de casos de feminicidio. El informe indica que, por cada cien mil mujeres en nuestro país, al menos 1,1 ha fallecido a consecuencia de un feminicidio.
El documento de Cepal destaca que en los últimos años los gobiernos elaboraron instructivos o se dictaron decretos para el funcionamiento de ciertos servicios judiciales y la ampliación automática de medidas de protección, al mismo tiempo que se aplicaron distintos mecanismos para fortalecer los canales de denuncia y se realizaron campañas de sensibilización a través de diferentes medios y canales.
No obstante, la adaptación de quienes trabajan en el servicio público al funcionamiento de los servicios en modalidades a distancia ha sido muy compleja y limitada en el sector de la justicia, lo que aumenta el riesgo de impunidad en que tradicionalmente quedan estos delitos. “Además, preocupa que las mujeres y las niñas sobrevivientes de violencia muchas veces no tengan acceso a servicios de apoyo psicosocial ni a asistencia para denunciar esos hechos”, resalta el estudio.
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