Desde el mes de diciembre, el señor Catalino Gamarra debe ingerir diariamente varios comprimidos de Enzalutamida, un medicamento esencial en el tratamiento contra el cáncer de próstata. Una sola caja de este fármaco cuesta en el mercado alrededor de G. 40 millones.
Debido a que el medicamento está en falta de forma constante en el Instituto Nacional del Cáncer (Incan), el paciente se vio obligado a recurrir a la Dirección de Beneficencia y Ayuda Social (Diben), comentó su esposa Graciela Vega. Pese a que iniciaron trámites en marzo para recibir nuevamente el apoyo del ente y adquirir el medicamento, hasta ahora tampoco obtuvieron respuesta.
“Afecta un montón la ausencia del medicamento. Mi esposo cuando no toma el fármaco, suben sus indicadores de urea y experimenta mucho dolor de hueso”, relató la esposa del paciente.
Ahora, en la búsqueda por adquirir la Enzalutamida, Catalino Gamarra y Graciela Vega deberán recurrir a la figura del amparo judicial.
“Cada día que nos falta la medicación estamos a contrarreloj. Nos advirtieron que media hora no le puede faltar el medicamento, pero no se consigue y el costo no podemos cubrirlo ni haciendo cinco polladas. Somos humildes”, relató.
Al igual que el señor Catalino Gamarra, otros 75 pacientes esperan desde hace tres meses la reposición de la Enzalutamida, que se utiliza en el tratamiento de quimioterapia oral contra el cáncer de próstata, detalló Juana Moreno, presidenta de la Asociación Nacional de Pacientes con Cáncer (Apacfa).
La falta de reposición del fármaco se debe principalmente a la burocracia estatal respecto a los procesos licitatorios y la falta de previsión, denuncian pacientes.
“El Incan ya inició con la licitación. Lastimosamente, los procesos administrativos son bastante largos. Hasta hoy en día no se puede concretar la compra del medicamento. Recién la semana que viene se va a realizar la apertura de sobres”, mencionó.
Si bien la compra de ciertos fármacos o insumos médicos se realiza de forma descentralizada, la cartera sanitaria aún debe aprobar los procesos de compra y, de este forma, los plazos “tienden a extenderse”. Además, la Ley Nº 2051 de Contrataciones Públicas tampoco se ajusta a la realidad de los pacientes oncológicos, que no pueden perder tiempo a la hora de desarrollar tratamientos médicos, explicó la representante de Apacfa.
“Nuestro reclamo siempre ha sido que esta ley se tiene que ajustar a lo que significa la compra de medicamentos e insumos médicos. La vida del paciente no puede estar en vilo, mientras se espera que todo el proceso se cumpla”, recalcó.
RECURSOS DE AMPARO
Ante la ausencia del fármaco y el riesgo inminente de deterioro en la calidad de vida, al igual que el señor Catalino Gamarra, otros pacientes se ven obligados a recurrir al recurso del amparo judicial.
“Hay otros usuarios del Incan que no tienen esa posibilidad (acceder al recurso judicial), principalmente los pacientes que vienen del interior y no pueden trasladarse frecuentemente, por lo que renuncian a continuar con el tratamiento”, refirió.
AUSENCIA DE OTROS
FÁRMACOS
Además de la Enzalutamida, otros medicamentos que se utilizan en la quimioterapia como, por ejemplo, la dacarbazina tampoco se encuentran disponibles en el Incan.
“Este fármaco se utiliza generalmente en el tratamiento para el linfoma no Hodgkin o el melanoma. Para la compra de este medicamento ni siquiera se inició la licitación. Ayer ya se le estaba avisando a los pacientes que requieren de la droga que tienen que comprar. Cada ampolla sale aproximadamente G. 250 mil y cada paciente utiliza mínimamente cinco ampollas”, indicó.