El Índice global de crimen organizado del año 2021 sitúa al Paraguay en el puesto 16, de 193 países, en cuanto a los peores índices de criminalidad. En la región sudamericana, la nación guaraní es además la segunda más afectada por esta problemática.
De acuerdo con el análisis, los actores del Estado paraguayo tienen una importante injerencia en los índices de criminalidad. De hecho, Paraguay tiene 8 de puntos 10 en la relación de los actores estatales con el crimen.
En relación a las estadísticas, el abogado e impulsor de la creación del Observatorio Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana, Jorge Rolón Luna, recordó que Paraguay cumple con todas los requisitos para ser “dominado por el crimen organizado”.
“La ubicación geográfica de nuestro país es ideal para las rutas del crimen organizado y los diversos tráficos, especialmente el de la droga. Además, estamos pegados al Brasil, que es el segundo consumidor más grande de cocaína hoy en día, superando a Europa. Esto es como una maldición. Nuestra posición geográfica les permite a los productores de hojas de coca y cocaína utilizar como un trampolín a nuestro país para transportar sus productos hacia ese mercado que consume en cantidad como es el brasileño, pero también para salir hacia Atlántico y traficar cocaína en Europa”, analizó.
En consonancia con la posición geográfica ideal, la clase política y las fuerzas de seguridad “muy corrompidas” forman un “cóctel” perfecto para que se consoliden las redes del crimen organizado, sentenció Rolón Luna.
En esta misma línea, los “puntos ciegos” del país en la frontera, donde no existen puestos o recursos humanos de control, con un sistema penitenciario y judicial que “dejan mucho que desear” facilitan la formación de bandas criminales, aseguró el abogado.
“Con un sistema penitenciario colapsado, que es un ámbito propicio para la formación de bandas criminales, se forman los grupos criminales más importantes. Todos estos elementos hacen que nuestro país sea lo que es hoy en materia de crimen organizado”, lamentó.
INJERENCIA DE
ACTORES ESTATALES
Por otra parte, Rolón Luna recalcó que es imposible que la producción, cultivo, transporte de las mercaderías, el narcomenudeo, la venta callejera y el lavado de dinero se puedan desarrollar sin la complicidad estatal.
“Este negocio es tan exitoso en Paraguay porque no hay que estar rogando a políticos y funcionarios de diversos ámbitos estatales, incluidos las fuerzas de seguridad y el sistema de justicia, la colaboración para este negocio”, expresó.
Así, el impulsor de la creación del Observatorio Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana recalcó que “acá no hay blanco y negro, buenos y malos. Él que cree que esto es una lucha en la que el Estado en su conjunto se enfrenta a unos señores malos llamados criminales o narcotraficantes, no entiende cómo funciona. Pedir más presupuesto, más escáneres, más radares, patrulleras y policías no van a solucionar el problema, si actores políticos y fuerzas estatales no se depuran”.
ENFOQUE
Finalmente, Rolón Luna enfatizó que “el enfoque de guerra contra la droga es fallido y hay que revisarlo”.
“Este enfoque es el responsable de la muerte de Marcelo Pecci y de todas las muertes que se producen en nuestro país por los casos de sicariato. Mientras sigamos con el prohibicionismo extremo, vamos a encarcelar a personas que no tienen grandes responsabilidades, pero los grandes capos van a seguir, el negocio y las muertes también”.
De esta forma, el abogado sostuvo que “un mundo libre de drogas es una fantasía macabra. Ningún país por más poderoso que sea ha podido impedir que las drogas circulen en su país. No hay ninguna perspectiva que, siguiendo este enfoque, obtenga resultados”.
abogado Jorge Rolón Luna