Durante un acto de inauguración de 9 Unidades de Salud Familiar (USF) en el Departamento de Caaguazú, donde se encontraba el presidente de la República, Mario Abdo Benítez; el titular de la Binacional Yacyretá, Nicanor Duarte Frutos y el Ministro de Salud, el Dr. Julio Borba, la congoja explayada por parte de un padre resultó ser protagonista por encima de los discursos políticos.
En medio de la ponencia del director de Yacyretá, un hombre entre el público se levantó para hablar de la realidad que le tocó vivir en el ámbito de la salud con su hijo, quien finalmente falleció hace dos meses por falta de insumos para su tratamiento.
«Ministro, ¿me reconoce? Soy Aníbal Rojas, papá de Axel Alejandro, niño con AME. Son 900 las camas de terapia intensiva en Paraguay y acá en nuestro hospital no hay ninguna unidad de cuidado intensivo para niños», rememoró el hombre, contando también que los doctores estaban desesperados y sin saber qué hacer porque el Servicio de Emergencias Medicas Extra hospitalaria (SEME) había declarado cama cero para los infantes en el país.
Así también, contó que si bien hay un equipo médico humano en el sanatorio, no cuentan con respirador neonatal pediátrico, que terminó consiguiendo gracias a polladas, sorteos y rifas solidarias realizadas por los ovetenses. G. 93.000.000 cuesta el elemento indispensable, mientras que el remedio que también requería el niño rondaba alrededor de los US$ 2 millones, que lamentablemente ya no pudieron costear.
Duarte Frutos trató de pausar las expresiones, pero el hombre continuó exponiendo que el momento más difícil para los padres fue con la muerte de niño. «¿Sabe de qué enfermedad se murió? De Atrofia Muscular Espinal Tipo 1. Yo fui a suplicarle al Ministro por mi hijo y, ¿sabe qué me respondió?: ‘Mirá señor, el deseo de un padre para mí no es nada, a mí me sirve un criterio médico'», sentenció.
Finalizando, contó que hay cinco niños en el país con la enfermedad mencionada y que la semana pasada nuevamente falleció un infante. El hombre fue ovacionado por los presentes y la única respuesta que recibió fue un abrazo por parte del presidente Abdo Benítez.
