Hay que escapar a la dictadura de las hidroeléctricas
Seamos realistas. Somos un país Itaipú dependiente. O en todo caso, para ser abarcativos, sometidos a la dictadura de dos hidroeléctricas. Y sin opciones.
Tanta discusión, tanto debate y tanto tiempo de estancamiento en busca de soluciones prácticas a la encerrona de la tarifa y de la contratación de energía que discutimos con Brasil, indican un condicionamiento a terceros. Debemos escapar de esa trampa, buscar otros caminos para satisfacer la creciente demanda de energía eléctrica. Veamos qué hacen países acostumbrados a activar planes alternativos cuando se ven acosados por alguna crisis sectorial.
La escasez del gas, profundizada por la guerra de Ucrania, pilló a Alemania en medio de su programa de desactivación de usinas nucleares, proceso imposible de revertir. ¿Qué hicieron? Reprogramar sus disponibilidades. Alemania tiene una de las matrices energéticas más diversas del mundo. Se abastece con generación eólica (12%), solar (6%), hidráulica (3,4%), biomasa (7%), hulla o carbón de piedra (17%), gas natural suministrado por Rusia (12%), lignito, otro tipo de carbón mineral (23%) y nuclear (13%). En los últimos años está pisando el acelerador en la generación eólica y fotovoltaica y, transitoriamente mientras pasa la crisis bélica desatada por Rusia, reforzó la quema de carbón y biomasa. El Gobierno alemán se propone lograr que de la demanda global de 200.000 megawatts que plantea el mercado eléctrico, el 65% sea abastecido hacia finales de este año con energías renovables. Pero sobre todo, de soberanía alemana.
¿No es hora de pensar en abrir el mercado eléctrico paraguayo a otras fuentes que no sean Itaipú y Yacyretá? Las opciones son multiples. La tecnología smart hydropower desarrollada en Alemania permite instalar turbinas en cursos de agua sin necesidad de embalses sino aprovechando la corriente con impacto mínimo en el medio ambiente. Cada unidad puede ser instalada en las proximidades del mercado a abastecer. Las usinas térmicas de alto rendimiento son otra opción, con fuente de gas natural disponible en el Chaco. Las granjas eólicas y solares completarían la paleta.
¿El camino? Reformar el sector eléctrico y abrirlo a la inversión privada. Brasil lo está haciendo. Su matriz energética se compone de nueve tipos de fuentes, incluido el gas y la biomasa.
¿En qué estamos pensando nosotros, si es que pensamos en algo?
