Construyendo su trayecto dentro del involucramiento sociopolítico, Sofía Scheid inició su camino profesional en Encarnación, ligándose de lleno con el quehacer político para impulsar finalmente la construcción de un arquetipo diferente sobre cómo hacer política, actualmente de cara a las elecciones previstas para el 2023.
Lejos de hablar de una aspiración presidencial, como en otros casos, Scheid se presenta como una oferente del plan de un nuevo modelo país. Para ello, se encuentra conversando con grupos de personas interesadas porque ofrecen una idea renovada en torno a la política del país.
“Lo mío es diferente a la presentación habitual para la presidencia porque normalmente se buscan espacios políticos y después se planea la transformación. Sin embargo, por medio del discurso y la práctica de la transformación ya estoy convocando a todos, con políticas territoriales y metodología para construir un plan país”, expresó Scheid.
De esta manera, el eje principal de la candidata consiste en el apalancamiento digital de las políticas públicas y, consecuentemente, la transformación del estado transversalizando la tecnología. Explicó que esto consiste en poseer una base de datos integral, donde se pueda determinar calidad y efectividad de la salud y la educación.
“La pandemia demostró que la educación poseída, la cual tenía falencias enormes en todos los niveles, terminó desnudando sus debilidades porque solo dábamos clases presenciales y al terminar en la enseñanza virtual, sufrimos las consecuencias de las improvisaciones porque la tecnología no formaba parte sistémica del sector educativo”, sentenció.
Por ello, hace un particular hincapié en el refuerzo de la tecnología, resaltando que los avances en diversos estamentos del país se encuentran relacionados con el apalancamiento tecnológico. Dentro de este aspecto, incluso la salud y el sistema de seguridad podrían atravesar una evolución favorable.
“Si yo no tengo un sistema integral de información, que determine la intervención en los territorios con resultados en tiempo real, no puedo tomar decisiones efectivas e innovadoras, pensando también en un menor costo dentro del presupuesto”, aseveró.
Así, la nueva educación se apalancará por medio de la tecnología, con la calidad, el manejo y la capitalización de los procesos de aprendizaje. En el punto, la profesional sostuvo que la academia, el mercado y el estado constituirán el trípode esencial para la transformación en el Gobierno.
LAS FALENCIAS
“Tenemos un Gobierno de lo obvio: obviamente tenían que dar salud, educación y seguridad, pero al no ser un modelo sustentable y sostenible, por el modelo clientelar y prebendario, no tuvo éxito. Todas las intervenciones de reglamentaciones públicas venían de los partidos políticos”.
Para la política, se encuentran las razones de las grandes carencias y exclusiones que tenemos de los derechos sociales, como la educación y salud de calidad. Scheid también destacó que el proyecto puede ser presidencial como vicepresidencial, teniendo un país dentro de una coyuntura parche, que pide a gritos un poco de alternativas, demostrando así la posibilidad de realizar el plan desde cualquier posición.
Al respecto, opinó que no se puede decir que el proyecto es irrealizable únicamente por falta de inversiones, pues la planificación para el gran salto esperado es determinante a la hora de llevarlo a cabo.
“Vemos que hay una educación pública paupérrima con una gran cantidad de escuelas caídas pero, ¿cómo estarán las mismas en esa situación si contáramos con datos en tiempo real para su posterior solución?”, remarcó, demostrando que los proyectos deben realizarse sobre hechos concretos para luego derivarlos a una posterior planificación.
Para Scheid, hay personas que creen en la consecución de votos únicamente a través de la base del discurso y el modelo parche, dejando de lado un gran plan nacional, ofreciendo un apalancamiento tecnológico dentro del proceso de transformación.
“No se trata de Sofía, ni de una carpa política, consiste en un proyecto que nos debe unir y emocionar a todos, hasta llegar al poder político porque no hay otra manera de hacerlo que participando e involucrándonos”, observó.