En una familia donde solo se percibe como ingresos el sueldo mínimo, una alternativa podría ser la utilización de cocinas a inducción electromagnética. Estas placas consumen G. 25 mil de electricidad al mes. El precio de la cocina oscila entre G. 150 mil a G. 200 mil, por lo que su compra financiada, más el uso de la energía correspondiente, podría costar a cada familia la suma de G. 50 mil en promedio. Es decir, la mitad de lo que se gasta en el gas.
Mercedes Canese, experta en energías, afirmó que el Gobierno debe realizar un buen estudio sobre el uso de las cocinas eléctricas. Atendiendo que en nuestro país tenemos dos picos de máximo consumo; uno a la siesta y otra a la tarde. Esto, para que la implementación de las cocinas eléctricas no genere un colapso en las líneas de distribución que ya tienen problemas.
ASPECTOS TÉCNICOS
La experta explicó algunos aspectos técnicos a considerar para la implementación de las cocinas eléctricas. En primer lugar, la electricidad es más eficiente para generar fuerza y luz. Mientras que el combustible es ideal para generar calor. Por ello, si se pasa de leña, carbón o gas (GLP), no será lo mejor para el globo terráqueo.
Canese señaló que para generar electricidad se utiliza combustible, y en el proceso se pierde el 65% de lo segundo. Es decir, apenas el 35% del combustible se convierte en electricidad. Por ello es ineficiente y dañino para el medio ambiente convertir combustible en electricidad para usar esta última como fuente de calor nuevamente.
“Es más conveniente usar directamente el combustible. Además, se hipoteca el futuro, ya que hoy tenemos excedentes energéticos y si todos usan cuando se llegue al pico, deberemos buscar alternativas. Tendremos menos tiempo de holgura de las que tenemos hoy para buscar fuentes alternativas”, explicó.
EXPERIENCIA
La represa hidroeléctrica de Salto Grande la comparten Uruguay y Argentina. Hace años, la empresa estatal uruguaya UTE decidió vender cocinas eléctricas a su población, con el fin de fomentar el cuidado medioambiental y aprovechar la disposición de energía.
Sin embargo, en un momento se llegó al tope del consumo eléctrico. Por lo que la población tuvo que recurrir nuevamente al uso de cocinas a gas.
IMPLEMENTAR
COCINAS EFICIENTES
La analista recomienda la implementación de cocinas eficientes en zonas rurales y urbanas, pues hay un porcentaje elevado de personas que cocinan a leña en zonas rurales y a carbón en zonas urbanas. Esto con mucha ineficiencia ya que tienen muchas pérdidas.
“Hay estudios del Perú que informan que las mujeres reducen en 10 años su esperanza de vida por cocinar a leña. El humo genera enfermedades respiratorias. Con la cocina eficiente, el fuego no está tan accesible. Tampoco el humo queda en la cocina, sino que sale por un tubo. Además, la leña y el carbón son renovables, no como el GLP”, explicó.