El abogado Osvaldo Rodas -del estudio jurídico Campos López Moreira- en representación de la familia Genes hizo un resumen del caso que involucra a la firma de préstamos personasles SDM SA a la que acusa de usura y extorsión en un mini esquema similar al que desplegaba Ramón González Daher para aprovecharse de personas ya de por sí en aprietos financieros.
El caso tomó estado público tras el allanamiento de la Fiscalía y las denuncias del jugador de fútbol de Presidente Hayes, Pedro Enrique Genes, quién alega que su familia fue perjudicada por el esquema ilegal cuyo cerebro sería Sergio Daniel Marín, un exfuncioanario de Banco Continental y quien habría salido por la puerta trasera de la mencioanda entidad.
SDM SA es una firma de mandatos y uno de sus principales sus nichos de negocios son operaciones con despachantes aduaneros. La denuncia fue presentada hace más de un año y quedó a cargo del fiscal Alcides Corvalán, de la unidad penal N°21. Desde el allanamiento, el caso se mantiene cajoneado, según los denunciantes.
La familia Genes acudió ante una situación coyuntural de falta de liquidez, empezando con un compromiso de G. 500 millones; tras varias operaciones y para sorpresa de los deudores la deuda trepa a G. 2.000 millones.
Como ejemplo, en una operación descuento de cheques por seis días se aplico una tasa de interés de 154%. Los documentos obran en la carpeta fiscal. En esa operación puntual, Marín cobraba G. 10 millones por día con otros agregados como gastos administrativos, ilustró Rodas.
El pagaré por monto de G. 2.000 millones ya cubierto por la familia denunciante no fue devuelto por la firma de mandatios bajo el argumento de que qedaría como garantía por otras operaciones. Esto fue el detonante para la denuncia penal y el posterior allanamiento del ministerio Público.
Con los intereses por las nubes, la deuda se cionvirtió en una bola de nieve hasta llegar a G. 6.300 millones, monto por el cual se firmó otro pagaré a parte de el de G. 2.000 millones, es decir, una doble garantía y lo cual constituye usura y lavado de dinero pues no se declaraban los intereses en las facturas, relató el abogado.
Otra anomalía es que los papeles no tienen fecha de emisión ni de vencimiento, es decir, son pagarés en blanco y blo cual constituiría producción de documentos no auténticos, según la jurispudencia civil.
«Según el camarista Fossatti de la cuarta sala un pagaré en blanco constituye un hecho punible porque altera la voluntad de pago», subrayó el representante de la familia Genes.
La casa
Siguió relatando que la familia presentó el título de proiedad de un inmuble como garantía, (aparte de los G. 2.000 millones) que finalmente fue tomada como parte de pago por G. 500 millones, apesar que el valor de tasación supera los G. 1.000 millones.
La intrincada operación donde interviene una inmobiliaria no se hace bajo la figura de hipoteca.
El el allanamiento fiscal se encontró el pagaré de G. 6.300 millones, no así el de G. 2.000 millones que desapareció.
Desde entonces la familia Genes espera la imputación de Marín.