“Organizadores no quieren invertir en seguridad”

El tiroteo que acabó con la vida de dos personas en el “Ja’umina Fest” puso en el centro de la opinión pública, los niveles de seguridad que cuentan los eventos masivos.

Carlos Molinas, secretario general del Sindicato Nacional Auténtico de Guardias Privados (Sinagupap), analizó la labor de los trabajadores de la seguridad privada en estos eventos. Afirmó que, en nuestro país, este rubro se maneja de manera informal. A diferencia de Europa donde existen empresas que se dedican exclusivamente a la dotación de seguridad de eventos de gran envergadura con guardias profesionales.

“En Paraguay todo es improvisado. Cuando se va a realizar un mega evento como el ‘Ja’umina Fest’, la empresa de seguridad contratada por el organizador debe contar con un supervisor de terrero que va acompañado con un personal policial y un funcionario de la municipalidad. Se tiene que hacer la evaluación del local para saber de cuanta es la capacidad”, afirmó.

Molinas expresa que antes del evento se tiene que tener claro la cantidad de personas que puede albergar el lugar. Además de contar con los accesos y salidas de emergencia en óptimas condiciones.

“Hay que preguntar a los organizadores cuántas entradas se habilitaron. Si sobrepasa la cantidad no debían habilitarse. Acá se hace todo de forma informal. El organizador no quiere invertir en seguridad. Consideran que es un gasto superfluo. La seguridad es prevención. Una vez que ocurren los hechos el costo es muy alto. Ahora se perdieron dos vidas”, resaltó.

CAPACITADOS
Finalmente, Molinas afirmó que los guardias de eventos masivos deben ser personas capacitadas mínimamente en la defensa personal ya que tienen prohibido el uso de armas de fuego.

“Deben estar capacitados. Está a la vista lo que ocurre. Muchas veces se pierden solo bienes materiales y otras, como ahora, vidas. Hay que recurrir a la tecnología y utilizar las cámaras portátiles. Los arcos detectores de metales. Nuestro país aún no está a la altura para prever eso”, cuestionó.

DETALLES
Cristina “Vita” Aranda, modelo, empresaria y esposa de Iván “Tito” Torres, futbolista del Olimpia, fue una de las dos víctimas fatales del tiroteo producido en el concierto “Ja’umina Fest”. La jornada se celebraba en el anfiteatro de San Bernardino en la noche del domingo. Su deceso se produjo en el Hospital Nacional de Itauguá.  Torres y su esposa estaban en la zona de camarotes con Víctor “Tucu” Salazar, otro futbolista de Olimpia y su esposa, Daniela Barrientos.

En un momento, ambas parejas van a la zona de sanitarios, donde un hombre hizo disparos. Según el primer reporte de la Policía Nacional, el objetivo era Marcos Ignacio Rojas Mora, quien se encontraba cerca de Aranda y de la esposa de Salazar.

La mujer sufrió dos impactos de bala, uno en la cabeza y el otro en el cuello. Marcos Ignacio Rojas Mora recibió ocho impactos de bala y murió en el lugar.