Andrea Lafarja sigue en carrera junto con su compañero Eugenio Andrés Arrieta, quienes buscan dejar la bandera sudamericana bien en alto dentro de esta competencia. Por su lado, el español Carlos Sainz (Audi) ganó la tercera etapa del Dakar, disputada en Al Qaisumah (Arabia Saudí).
Nuestra compatriota Andrea Lafarja superó otra etapa del rally más duro del mundo y culminó la etapa en el puesto 60 con una diferencia de +01H 16′ 33» que la deja en el puesto 57 de la general a +11H 54′ 04». Sin dudas, está realizando una gran labor, recordando que al inicio tuvo un susto mecánico, al sufrir inconvenientes con el embrague de su coche.
El circuito que contó con 113 kilómetros menos de tramo cronometrado (especial) por las inundaciones en el norte del país en la categoría de coches, vio a Carlos Sainz conseguir su primera victoria para el innovador vehículo híbrido de la marca alemana, que se estrenó en esta 44ª edición.
Por detrás finalizaron el sudafricano Henk Lategan (Toyota) a 38″ y el francés Stéphane Peterhansel (Audi) a 1 ’41». Para ganar un Dakar hay que ser rápido y tener suerte, y de esto último tuvo Al-Attiyah.
Primero, se libró de una descalificación del rally-raid al competir el pasado lunes sin conectar la caja negra que mide diferentes parámetros del vehículo. La FIA, al tratarlo como un error humano, lo que alegó el equipo Toyota, lo dejó en 5.000 euros de multa y aviso de descalificación para el catarí si se repite.
En plena competición, Al-Attiyah firmó su peor día en los cuatro de competición que van de Dakar, abriendo pista durante la mayoría de la especial y finalizando a 5 ’10» de Sainz, pero su principal rival en la general, el único que, siguiéndole, no se perdió en la navegación del domingo, el francés Sebastién Loeb (Bahrain Raid Xtreme) sufrió dos pinchazos que le hicieron perder 28 minutos y 24 segundos respecto al catarí.
El que finalizó sin problemas fue su compañero de equipo, el español Nani Roma. Acusando también los problemas de navegación con el fatídico penúltimo punto de control de la etapa 1B, que dejó el Dakar muy decantado a las primeras de cambio, pero rindiendo a gran nivel. Finalizó cuarto a solo 2 minutos y 41 segundos de su compatriota Sainz.
Un Sainz que demostró que, de no ser por el problema de navegación el segundo día de competición que le hizo perder dos horas, estaría en posición de luchar por el liderato de la general de coches con el catarí Nasser Al-Attiyah (Toyota).
Y corroboró sus palabras tras la jornada del lunes en las que aseguró que lo que esperaba de este Dakar era divertirse y seguir entendiendo el híbrido de Audi. Lo hizo y consiguió darle a la marca alemana su primera victoria de etapa, confirmando que el coche es rápido y que, de momento, no tiene problemas de fiabilidad, la gran duda antes de empezar la competición.
Además, Audi colocó a sus tres pilotos entre los cinco primeros de la etapa. Peterhansel finalizó tercero y el sueco Mattias Ekstrom quinto a 2 minutos y 59 segundos de Sainz.
Respecto a la general, Al-Attiyah afianza aún más su liderato sacándole 37’40” a Loeb y el podio tras cuatro días de competición lo completa el sudafricano Giniel de Villiers (Toyota) a 45’22”, pero podría perder este puesto tras dos acciones antideportivas en las que, tras chocar a dos pilotos de motos, no paró a prestar su ayuda.
El español Carlos Sainz junior, piloto de Ferrari en Fórmula 1, felicitó a su padre, por la victoria conseguida en la tercera etapa del Dakar, disputada en Al Qaisumah (Arabia Saudí), asegurando que le hará un poquito más de ilusión por el tiempo invertido en el desarrollo del Audi híbrido que estrenaban en la 44ª edición de la prueba.
“40 victorias de etapa en el Dakar, pero la primera con un coche híbrido. Se que esta le hará un poquito más de ilusión que las demás por las ganas y el trabajo que hay detrás de este proyecto y lo que significa. Vamoss”, escribió en su red social Twitter.
Sainz está a 2 horas, 19 minutos y 21 segundos de distancia respecto al líder de la categoría, el catarí Nasser Al-Attiyah (Toyota), después de que el domingo se perdiera, como la mayoría de pilotos de todas las categorías, al intentar pasar por el penúltimo punto de control; problema ocasionado por un libro de ruta que, consideró, junto a su copiloto Lucas Cruz, que no era correcto.