La ministra de la Mujer, Celina Esther Lezcano, afirmó que en estos dos últimos años por la pandemia de Covid – 19, la cuarentena y la situación económica aumentaron los casos de violencia y denuncias en un 75% aproximadamente y también hubo un aumento de feminicidios en el último mes del año pasado.
Mencionó que, a pesar de las situaciones negativas, puede decir que desde el ministerio de la Mujer fue un año positivo en cuanto a las acciones que están realizando con otras instituciones de forma articulada, trabajando en la prevención y en la seguridad de las mujeres debido a que, para la ministra, es primordial trabajar en el empoderamiento y la autonomía real de la mujer para salir del círculo de violencia.
Explicó que desde el año pasado están trabajando en varias campañas de concientización y sensibilización y en tener una comunicación activa con las mujeres que están en un circulo de violencia, por ejemplo, con la campaña “Hablemos a Tiempo”, que dentro de esta se encuentra la campaña “Lentes Lilas”, en la que se busca una comunicación intergeneracional entre mujeres, con las abuelas, madres, amigas y vecinas, en la que se pueda involucrar a la ciudadanía en la erradicación de la violencia.
Expuso que trabajan de forma articulada con el ministerio del Interior, el Poder Judicial, el Ministerio Público y el ministerio de Salud, ya que esta es una labor que deben de realizar entre varias instituciones, además de su cartera y brindar realmente esos mecanismos de prevención a la ciudadanía.
Reveló que están realizando un plan de reacción inmediata con el ministerio del Interior, la Policía Nacional y la ciudadanía y que están ocupándose de la concientización y sensibilización de los derechos de las mujeres, en noviazgos sin violencia y que dan capacitaciones a diferentes instituciones lideradas por hombres para poder también concientizar que la responsabilidad es de todos.
Indicó que también trabajan con los agresores en lo que es la masculinidad positiva, ya que esto es un tema sociocultural y que teniendo en cuenta las fechas festivas de fin de año, el alcohol y la droga son potenciadores también de la violencia.
Señaló que están proyectando la educación en el tema con el ministerio de Educación y la asociación de colegios privados, de modo a que esas enseñanzas y la erradicación de la violencia ya se puedan dar desde el sistema educativo.
Resaltó que tienen actualmente cuatro centros de atención integral a las mujeres que están en Ciudad del Este, Curuguaty, Filadelfia y Pedro Juan Caballero, el Centro Ciudad Mujer en
Villa Elisa y el Servicio de Atención a la Mujer (SEDAMUR), una línea habilitada de WhatsApp y monitorean la trata de personas.
Agregó que se hace un acompañamiento primeramente a la atención psicológica y luego legal, ya que tiene un proceso por el cual tienen que pasar las mujeres que denuncian casos de violencia o maltrato.
“Entonces ese acompañamiento, la atención integral, es lo que nosotros brindamos como ministerio y cada institución tiene un rol protagónico en esta acción”, aseguró.
Acotó que la situación económica, el ambiente de miedo en el cual viven las mujeres y el estado de vulnerabilidad son circunstancias que podrían incidir en actos de violencia contra la mujer.
Subrayó que los ejes fundamentales del ministerio son el empoderamiento económico y político de las mujeres, la autonomía real, poder desarrollar sus habilidades y capacidades, que puedan brindar a su familia e hijos ese bienestar, esa calidad de vida y esa prosperidad que todos buscan desde sus hogares.
LOS DATOS
En un informe realizado por la ex directora del Observatorio de la Mujer, doctora en psicología e investigadora Raquel Iglesias, se afirma que la violencia más denunciada es la violencia intrafamiliar y que entre el 2017 al 2021 se dieron en promedio por año, 45 feminicidios, un promedio de 3 casos por mes. El año 2021 ya cuenta con 44 víctimas, sin contar los casos en investigación, mientras que el 2020 cerró con 38 víctimas.
“Un registro periodístico cita que en el 2018 la cifra de violencia intrafamiliar era poco más de 13.000, en el año 2020 llegó a 25.953 según el Ministerio Público. Para agosto del 2021, solo en Central las denuncias llegaron a más de 6.000 según el portal del Poder Judicial. Todos los feminicidios, alguna vez formaron parte del grupo violencia Intrafamiliar, hayan sido denunciadas o no”, determina el documento.
Remarca que, en cuanto a los feminicidios, los casos han sido más crueles que en años anteriores. Por lo menos 5 de 10 casos, fueron presenciados por los hijos menores de la víctima fatal y tanto víctima y victimarios fueron cada vez fueron más jóvenes (entre 15 a 22 años víctimas) y entre 19 a 29 años, varios agresores.
Precisa que 6 de cada 10 casos, se dan algunas de estas o más de una: las víctimas han
denunciado, o los agresores tenían antecedentes de violencia con parejas anteriores, robo agravado, y hasta homicidios; desafiaron orden de exclusión o alejamiento. 8 de cada 10 agresores, testigos hablan de historial de abuso de alcohol, 3 cada 10 pudo haber tenido algún episodio de abuso de sustancias no permitidas. 9 de 10 víctimas eran madres. 8 de 10 casos pertenecen a zonas socioeconómicos vulnerables y muy vulnerables y con poco o
nula educación.
Concluye aseverando que todos los hechos de violencia y criminalidad, de diferente índole, son síntomas de una sociedad en crisis, y en nuestro caso la crisis sería entre otras, por estar pasando de ser una sociedad tradicional – agraria a una sociedad más urbana e industrial tecno- lógica. La necesidad de más formación y actualización de los responsables del Sistema de Protección Integral, el creciente abuso de sustancias permitidas y no permitidas; la pérdida de valores, familias en crisis y ausencia de diálogos, etc.
