Los casos de Covid-19 avanzan con mayor insistencia y, tanto los pedidos de testeos como las llamadas al 154 aumentan esporádicamente. A pasos de una tercera ola, la pregunta crucial es si el sector de la salud tendrá las herramientas suficientes para enfrentar la nueva situación sanitaria del 2022.
Los casos de Covid-19 nuevamente se encuentran en el foco de la atención pública, pues comienzan a elevarse poco a poco. Actualmente, con la entrada de la nueva variante Ómicron, el contagio a nivel país tiende a seguir en aumento, teniendo en cuenta que el virus mencionado aumenta en demasía la transmisibilidad de la enfermedad.
Ante esta nueva realidad que amenaza con convertirse en la tercera ola, la demanda de los testeos va en un aumento progresivo, pues de acuerdo a los datos del ministerio de Salud, los pedidos se cuadruplicaron en las últimas semanas y la mayoría son de personas que planean viajar al exterior.
La atención de la línea 154 también comienza a colapsarse y únicamente el pasado martes se registraron 4.024 llamadas. El 39% de esta cifra de solicitantes presentaba síntomas de Covid-19 y, por otra parte, el 55% restante realizó el pedido por protocolos sanitarios para viajar.
De 1.000 a 1.200 llamadas registradas, a partir de la semana pasada empezó a observarse un repunte de 3.757 y 4.022 llamadas. Así también, se indicó que el aumento en las solicitudes de testeos hace que, de haber agendado turnos para el día o en 24 horas, el turno deba pasar para luego de dos o tres días, ralentizando levemente todo.
Ahora, ante la alta demanda frente al nivel de atención, el jueves pasado el servicio del 154 registró cortes en la atención desde las 17:00 hasta las 20:00 por ajustes técnicos, con el objetivo de brindar una mayor respuesta ante la cuadruplicación de las llamadas.
Teniendo en cuenta todas estas realidades y el contexto sanitario que se está desarrollando en el país, se plantea cuál será nuestra capacidad para contener toda la nueva situación de salud que rodea al territorio nacional y cuáles son las herramientas para hacer frente a la situación.
CONTINGENCIA
Teniendo en cuenta que la constante suba de contagios y la situación sanitaria acaecida actualmente, el papel de contención que desarrollará la nación será crucial ante un posible escenario en que se vislumbren más casos de hospitalizaciones.
En ese sentido, resulta pertinente cuestionarse qué pasó de los centros de contingencia habilitados por el presidente de la República en su momento, la capacidad de los mismos, la efectividad que produjeron y si resultarán una probable herramienta para una contención en el 2022.
El presidente Mario A. Benítez había anunciado la construcción de 19 pabellones de contingencia y la incorporación de casi 600 camas de terapia intensiva (UTI) desde el arribo de la pandemia en el país. Ante las consultas de la situación de dichas mejoras, el ministro de Salud, Julio Borba, había anunciado que las camas están siendo ocupadas por patologías polivalentes, pero que en el caso de necesidad, nuevamente serán dispuestas para casos de Covid-19.
“Con respecto a los centros de contingencia, lastimosamente no se hizo nada perdurable en el tiempo, pues se debía haber apuntado a hospitales que sean mejorables en un lapso y también puedan ser utilizados”, afirmó el Dr. en infectología, Tomás Mateo Balmelli, agregando también que estos centros fueron insuficientes en cuanto a calidad y cantidad, pues en realidad representaron una solución parche para la emergencia sanitaria atravesada.
Dr. Tomás Mateo Balmelli
En el punto, el profesional destacó que la infraestructura no siempre es todo, pues también resulta importante contar con una buena dotación de insumos, así como un buen personal de blanco entrenado con todas las herramientas a su disposición, para combatir los cuadros severos; por ello, ante el advenimiento de una tercera ola, los centros mencionados deberían mejorar considerablemente sus capacidades.
Dr. Aníbal Filártiga
POSIBLE ESPERANZA
Por su parte, para el exdirector del Hospital de Trauma, el Dr. Aníbal Filártiga, si bien hubo muchos cuestionamientos en cuanto a la dotación de insumos de varios centros de contingencia, dichas infraestructuras representaron la ayuda necesaria en su momento ante la crisis sanitaria atravesada.
Así también, el médico destacó que, en definitiva, los centros de contingencia serán los aliados indispensables a la hora de paliar posibles casos de hospitalizaciones. Independientemente de las mencionadas construcciones, el Dr. Filártiga apuntó que la verdadera herramienta siempre será el mantenimiento del proceso de vacunación, para una amplia capacidad de inmunización a nivel país.