Falta de infraestructuras, precarización en la zona y desorganización total, son los componentes característicos del Puerto Falcón. Con un sistema de control arcaico y sin un lector de código QR, obstaculizan la entrada al territorio nacional, una zona en total dejadez.
La situación en el Puerto Falcón, lejos de mejorar, parece tomar una nueva escalada en términos de desorganización y dejadez hacia las personas que buscan ingresar al país. El problema central no recae en el ingreso al lado argentino, pues salir de Paraguay no genera problemas mayores, pero en cuanto al ingreso al territorio nacional, la situación cambia sustancialmente, apareciendo una diversidad de inconvenientes que imposibilita tanto a paraguayos como a argentinos.
Desde la Dirección Nacional de Migraciones, comunicaron que ya escapa de las manos de la institución lo que pueda generar demora por parte de otras autoridades, pues Migraciones ya reforzó todo lo referente al control del lado paraguayo. Así también, realizaron una aclaración en torno a las funciones y atribuciones de la dirección, haciendo referencia a que muchas cosas ya no constituyen una competencia por parte de la autoridad.
Al respecto, destacaron que el tema de infraestructura, otro aspecto muy cuestionado, es responsabilidad neta de los administradores del Área de Control Integrado: Aduanas y Puertos. Pese a dichos aspectos, nadie toma un compromiso para generar algún cambio no solo en el proceso de control del puerto, sino también en la situación vivida por parte de las personas en un lugar sumido en la desidia y la desorganización.
Ronald Starsenbaum
EL DESCONTROL ABSOLUTO
“Probablemente, el Puerto Falcón se encuentre en peor estado, comparándolo con su situación hace 20 años atrás”, determinó Ronald Starsenbaum, quien constantemente se traslada de Paraguay a Argentina y viceversa; el empresario se encuentra muy ligado a toda la situación atravesada en el puerto porque padece las consecuencias del desorden de manera constante.
Starsenbaum explicó que la agilidad de los trámites en el lado argentino facilita mucho el ingreso al país, a diferencia del sector paraguayo que se mantiene con un sistema ligeramente arcaico, el cual imposibilita todo tipo de proceso de entrada al territorio nacional.
“Hay problemas informáticos porque sus computadoras están completamente desactualizadas y aparte, los trabajadores encargados de Migraciones que hacen los controles no están lo suficientemente capacitados porque un simple trámite de 50 segundos dura más de una hora”, determinó.
A esa inoperancia se suman problemas operativos, pues para el código QR generado por el ministerio de Salud para la ficha médica, no cuentan con un lector que pueda validar el mismo y por ende lo hacen de manera manual.
“No tienen capacidad, pero tampoco cuentan con los instrumentos tecnológicos para llevar a cabo sus labores. La situación está lejos de mejorar, teniendo en cuenta lo que se vive en el puerto, pues ni siquiera cuentan con un baño decente, todo es deplorable y tampoco hacen un debido control del tránsito”, remarcó el empresario.
Así, catalogándolo como un descontrol absoluto, en el cual reina la total dejadez, para Starsenbaum, el Puerto Falcón representa un nivel de desidia tal que, consecuentemente, se pierden horas al tratar de ingresar al país.
“Aduanas de Clorinda está en obras hace un año y medio, pero comparándola con la de Paraguay, parece un hotel de 5 estrellas porque todo está limpio, ordenado y bien organizado”, resaltó el empresario, destacando el gran paralelismo entre ambos lugares fronterizos.
Igualmente, mencionó que entre 7 a 8 horas puede durar la tramitación realizada por las personas para acceder al lado paraguayo. Teniendo en cuenta los 18 meses sin flujo de turistas, por el contexto pandémico, Starsenbaum sentenció que la situación del Puerto Falcón ya debía haber mejorado para que las personas ya no se vean consumidas por tanto nivel de desorganización.
“Evidentemente hay una completa falta de voluntad política porque en Encarnación las cosas son totalmente diferentes. No hicieron nada en términos edilicios y mucho menos por capacitar a sus profesionales”, concluyó el compatriota.
