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¿Cómo llegan a fin de año quienes no tienen aguinaldo?

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Más de 1 millón de paraguayos no cuentan con RUC ni IPS y la idea de un aguinaldo representa algo muy distante e imposible. Entre algunos obligados a permanecer en la informalidad y trabajadores independientes, nos preguntamos cómo hacen los paraguayos que no perciben el incentivo de diciembre, para llegar a fin de año.

Iniciándose desde los 10 años en un trabajo heredado de familia, Héctor Sánchez, de 43 años, se destaca como ceramista en la ciudad de Areguá representando así a la segunda generación de artesanos entre sus parientes.

“Yo continúo el trabajo de mi papá y actualmente tengo mis clientes ya establecidos, muchos que eran de él y otros que fui conociendo durante la pandemia, por medio de una feria desarrollada por la página del Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA), donde también aprendí a promocionar con masividad mis productos”, contó Héctor.

De este modo, destacó que sus ventas son regulares y constantes, manteniendo un promedio de G. 5 millones, pero dentro de eso, mencionó que se debe descontar el costo de los materiales, materia prima en general, cuentas personales, y termina generando una ganancia total de G. 3 millones.

En ese sentido, expresó que lógicamente un aguinaldo proporciona una contención y apoyo esencial para los trabajadores, teniendo en cuenta que a fin de año los gastos son más constantes. Sin embargo, Héctor dijo que en el caso de trabajadores independientes como él, la idea de un aguinaldo constituye un autoregalo en diciembre, que dependerá de la capacidad ahorrista desarrollada por el trabajador.

“En el caso de los emprendedores, el 50% de su ganancia depende de su administración y resulta subjetivo determinar si alguien gana poco o mucho porque todos gastan de manera diferente. Muchas veces no tenemos esa educación financiera para saber cómo gastar y ni hablar del hábito de ahorrar; yo trato de mantener esa costumbre, pero cuesta”, determinó el ceramista.

CONTENCIÓN FINANCIERA
Dedicándose a la producción de pijamas para damas, Lucia Berendsohn, de 51 años, emprendió hace tiempo con esta actividad, a modo de hobby y a partir de julio de este año comenzó a verlo como un negocio.

Menciona que de momento no resulta rentable vivir exclusivamente de ello y lo toma más bien como una filosofía, en la que piensa como una inversión, pues la mayor parte de su ganancia es destinada a sus productos nuevamente.

“El emprendimiento lo llevo a cabo con mi mamá y reinvertimos para lograr vivir de esto en algún momento. Todo es difícil, independientemente de lo que sea tu negocio, pero durante estos meses aprendí que debés moverte constantemente para generar la ganancia esperada”, indicó.

Lucía vende sus pijamas a partir de G. 80 mil y van hasta G. 140 mil; mencionó que en promedio gana un 30% del precio del producto y si bien no se puede hablar de vivir por medio de este negocio, el mismo puede cubrir el 50% de algunos gastos fijos.

Asimismo, reconociendo que el aguinaldo constituye un elemento central para ciertas contenciones financieras, Lucía comentó que posee una caja de ahorro previo programado de un año, la cual cobraría en diciembre con un adicional y representa una especie de base para sus gastos al término del año.

“Es importante ser previsor, saber ahorrar y buscar la manera para generar algún extra que simbolice un soporte financiero”, puntualizó.

REMUNERACIONES
Con un negocio de ropería y zapatería, ubicado hace 41 años en el Mercado 4, Francisco Alonso, estuvo acostumbrado hace tiempo a la venta de diversos artículos, hasta sus 74 años. Actualmente su hijo se encarga de la atención constante del local y él lo cubre eventualmente.

“Con este negocio no podés determinar una ganancia fija porque a veces te puede ir muy bien y en otras ocasiones podés ganar bastante poco, varía entre G. 5 millones, G 3 millones y G. 2 millones. A fin de año, generalmente se gana más, por las fiestas que se acercan”, afirmó Francisco.

En su caso, el aguinaldo siempre fue un concepto lejano cuando llega diciembre, pero Francisco cuenta con dos trabajadores a su cargo, a quienes sí trata de pagar alguna remuneración a fin de año, pensando siempre en la contención necesaria para los trabajadores.

En ese sentido, el locatario expresó que los trabajadores necesitan contar con algún sentido de motivación y ayuda con el aguinaldo, principalmente por la cantidad de gasto que se presenta en diciembre. “Ellos necesitan un poco de respiro a fin de año”, remarcó.

ABNEGADA COSTUMBRE
Trabajando hace 40 años como taxista en Ciudad del Este, centrándose muchas veces en la frontera y movilidad de turistas, Miguel Barrios de 64 años habló de las vicisitudes por las cuales debe atravesar un trabajador independiente, más aún cuando sus ganancias dependen exclusivamente de la cantidad de viajes que logre llevar a cabo en el día.

“Tenemos muchas dificultades, principalmente en el traslado de pasajeros, pues no hay ningún control en las fronteras para permitirnos trabajar de manera constante y habitual. Económicamente, no estamos tan bien, la pandemia hace sentir hasta hoy día las dificultades y de hecho muchos compañeros debieron renunciar porque los brasileños no vienen como antes”, explicó Miguel.

De ese modo, destacó que el aguinaldo representaría un elemento central para las vivencias de los taxistas, pero en general ya se acostumbraron a no percibir ningún tipo de incentivo o contención a fin de año y teniendo en cuenta las diversas dificultades, un aguinaldo sería algo esencial para ellos.

“Incluso ya nos acostumbramos a no recibir nada por parte del Gobierno. Debemos apelar exclusivamente a nuestros viajes, que van mejorando poco a poco y últimamente venimos realizando hasta 3 por día. Si requiere ingresar al lado brasileño, llegamos hasta G. 60 mil”, explicó.

INFORMALIDAD EN CIFRAS
A través de un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), denominado “La crisis de la desigualdad: América Latina y el Caribe en la encrucijada”, se detalla que Paraguay alcanza una tasa de empleados informales de 34,16%, sobre el total de personas empleadas, cifra casi 10 puntos porcentuales superior al promedio de América Latina y el Caribe, que representa un 24,11%.

Así también, en el estudio mencionado se mencionó que en naciones de ingresos medios altos, como Paraguay y Perú, las dos terceras partes de los hogares son informales. Por otra parte, de acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), un total de 1.764.255 paraguayos se desempeñaron en el último año como trabajadores informales, sin RUC ni IPS.

De la cifra, 7 de cada 10 son mujeres, constituyendo un 66,2%; 3 de cada 5 se encuentran ocupados en áreas rurales, representando un 76,3%; 185 mil son jóvenes entre 15 a 19 años; los adultos mayores entre 65 años y representan un 74,9%; 9 de cada 10 no posee ningún año de estudio, figurando en un 94%; el 78% percibe menos del salario mínimo; 9 de cada 10 son empleados/as domésticos/as, en un 94%; el 87,3% se encuentra en el área de la construcción y el 19% en situación de pobreza.

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.