EFE. La premio de la paz de los Libreros Alemanes de 2021, la escritora zimbabuense Tsitsi Dangarembga, llamó hoy a eliminar las formas de pensar determinadas por la etnicidad y por consideraciones jerárquicas, herencia del colonialismo y el imperialismo.
La autora se refirió a las formas de pensar basadas en características como el género social y biológico, la religión, la nacionalidad, la pertenencia de clase y cualquiera de las otras características que «fueron y siguen siendo en toda la historia y en todo el mundo los fundamentos del imperio».
«El violento orden mundial en el que vivimos hoy fue establecido por determinadas formas de pensar jerárquicas», dijo durante su discurso en la Paulskirche de Fráncfort al recoger el Premio de la Paz de los Libreros Alemanes, dotado con 25.000 euros.
La violencia física, psíquica, política, económica, metafísica y genocida, «con demasiada frecuencia a la orden del día» en países poscoloniales, está «integrado» en las estructuras del orden global y «arraiga» en las estructuras del imperio occidental que comenzó a formarse hace medio milenio, dijo.
Occidente construye sus convicciones y prácticas sobre diversas formas de violencia que todavía se practican, que exportó al resto del mundo y que ahora los estados poscoloniales «practican con el mismo fervor que antes en los estados imperiales y coloniales», agregó.
Es obvio que «en estas condiciones la paz no puede prosperar, porque sólo la violencia prospera en condiciones de violencia y es bien sabido que la violencia genera más violencia, y eso lo vemos hoy en todo el mundo, también en los estados de origen del imperio», advirtió.
UNA DE LAS VOCES MÁS IMPORTANTES DEL CONTINENTE AFRICANO
«No eres común, una vida normal no es ni fue una opción para ti, ni para ti ni para mí, porque nos mueve y nos vemos en la responsabilidad de hacer posibles cambios para bien «, dijo por su parte la germanista y socióloga keniata Auma Obama, amiga de Dangarembga y encargada de la laudatio.
La medio hermana del expresidente estadounidense Barack Obama calificó a Dangarembga de «una de las voces más significativas e importantes del continente africano» y ojalá pronto, con este premio, agregó, en todo el mundo.
«No se extrañen de que Tsitsi Dangarembga haya ganado este premio. Por favor, lean literatura africana, miren más lejos de su horizonte, estamos aquí, somos fuertes (…) Que ésta no sea una excepción», dijo a los presentes en el acto de entrega de esta distinción.
Dangarembga por su parte, dijo que su voz procede de «una parte del mundo descrita con tanta frecuencia como diferente» y «acompañada con tanta frecuencia de connotaciones negativas».
El alcalde de Fráncfort, Peter Feldmann, por su parte, se refirió al viejo debate de la presencia de editoriales de ultraderecha en la Feria del Libro revivido este año después de que algunos autores cancelaran su asistencia en señal de protesta.
Expresó su deseo de que estos autores, el año que viene «se sientan seguros, protegidos y bienvenidos» en Fráncfort.
Aseguró que en Fráncfort hay espacio para la tolerancia y la comprensión, pero no para xenofobia, antisemistimo, islamofobia, racismo, amenazas ni humillaciones.
Defendió la libertad de la palabra, que califico de un bien preciado, pero agregó que por encima está la dignidad del ser humano.
El alcalde dio la palabra en una intervención no prevista a la concejala Mirrianne Mahn, que aludió a la «paradoja» de otorgar el premio de la paz a una mujer negra cuando «las mujeres negras precisamente en esta feria no eran bienvenidas».
Se habla del discurso y de la libertad de expresión, «pero las ideologías ultraderchistas y las que desprecian la dignidad del ser humano no son libertad de expresión» y no se les debe dar una plataforma en Fráncfort, afirmó como mujer negra y concejala de esta ciudad.