La Oficina del Médico Forense de Nueva York anunció el martes que ha identificado a dos nuevas víctimas de los atentados del 11-S,
una información que se revela a escasos días del 20 aniversario del ataque terrorista.
Dorothy Morgan, de la localidad de Hempstead, al este de la ciudad de Nueva York, es la víctima número 1.646 que se ha conseguido identificar, mientras que la 1.647 es un hombre del que no se ha revelado su identidad a petición de sus familiares.
«Hace 20 años prometimos a las familias del World Trade Center que haríamos todo lo que hiciera falta durante el tiempo que hiciera falta para identificar a sus seres queridos y, con estas dos nuevas identificaciones, seguimos cumpliendo con esa sagrada obligación», dijo en un comunicado la médico forense, jefe de la ciudad de Nueva York, Barbara Sampson.
«No importa cuánto tiempo pase desde el 11 de septiembre de 2001, nunca lo olvidaremos, y nos comprometemos a usar todas las herramientas a nuestra disposición para asegurarnos que todos a los que perdimos puedan volver a reunirse con sus familias», agregó.
El esfuerzo de identificación de las víctimas del 11-S es la investigación forense más grande y compleja de la historia de
EE.UU. Recientemente, la Oficina del Médico Forense ha adoptado la tecnología de secuenciación de ADN de nueva generación (NGS,
sus siglas en inglés), que también se ha utilizado en la identificación de los restos de militares estadounidenses. Tomado de EFE.
EL ATENTADO
Los atentados del 11 de septiembre de 2001, también llamados por el numerónimo 11S y 11-S fueron una serie de cuatro atentados terroristas suicidas cometidos la mañana del martes 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos presuntamente por la red yihadista
Al Qaeda que secuestraron aviones comerciales para ser impactados contra diversos objetivos.
A su vez, se registró la destrucción de todo el complejo de edificios del World Trade Center, más notablemente las Torres Gemelas de Nueva York y graves daños en el edificio del Pentágono, sede del Departamento de Defensa de los Estados Unidos.
Se estimó en más de US$ 10 mil millones las pérdidas económicas. Este episodio precedió a la guerra de Afganistán y a la adopción por parte del gobierno de George W. Bush y sus aliados de la política denominada guerra contra el terrorismo.
Los terroristas, divididos en cuatro grupos de secuestradores, cada uno de ellos con un piloto que se encargaría de pilotar el
avión una vez reducida la tripulación de la cabina.
El vuelo 11 de American Airlines y el vuelo 175 de United Airlines fueron los primeros en ser secuestrados y ambos fueron estrellados contra las Torres Gemelas del World Trade Center, el primero contra la Torre Norte y el segundo contra la Torre
Sur, lo que provocaría que ambos rascacielos se derrumbaran en las dos horas siguientes.
El tercer avión secuestrado pertenecía al vuelo 77 de American Airlines y fue empleado para ser impactado contra la fachada oeste del Pentágono, en Virginia. El cuarto avión, perteneciente al vuelo 93 de United Airlines, tenía como objetivo el Capitolio de los Estados Unidos ubicado en la ciudad de Washington D.C., pero se estrelló en campo abierto cerca de Shanksville, Pensilvania, aproximadamente 208 kilómetros antes de llegar a su objetivo, tras perder el control en cabina como consecuencia del enfrentamiento de los pasajeros y tripulantes contra el comando terrorista.