En un mundo técnico, repleto de especializaciones lógicas, matemáticas y con una gran perspectiva masculina, por primera vez, en sus 42 años de vida, la Facultad Politécnica de la UNA elige en su decanato a una mujer: la profesora Silvia Leiva.
Siendo la única mujer de su promoción, la profesional se destacó como técnica superior de Electrónica, posteriormente como ingeniera en Electrónica y Máster en Educación Superior y, a partir del 2002, empezó su carrera docente en la Politécnica, donde estuvo encargada del área de Laboratorio de Electrónica.
De este modo, pasó por una serie de procesos, donde su apasionamiento por la facultad y ganas de posicionarse como profesional, fueron primordiales en su pugna como Decana de la Facultad.
La profesora se enfocará en cuatro ejes centrales para desarrollar los proyectos de la facultad: la formación, la extensión, la investigación y el área de gestión, estando siempre a la vanguardia de la tecnología, la innovación y el desarrollo.
LA PRIMERA DECANA
“Pienso que encasillar las carreras técnicas como una exclusividad para los hombres, se trata de un concepto social que se desarrolla de generación en generación, provocando también una preferencia errada por el género masculino para la aeronáutica, la electricidad, etc.”, subrayó Leiva.
En este sentido, la profesora recalcó que las carreras técnicas son tanto para hombres como para mujeres, si alguien tiene la suficiente convicción y capacidad para estudiarla, debería hacerlo independientemente de su género.
“Esta realidad la arrastro desde mi casa, cuando me dijeron que no podía dedicarme a una carrera técnica. Sin embargo, mi tenacidad y ganas de demostrar lo contrario se superpusieron a las negativas y pude seguir Electrónica, contando finalmente con el apoyo suficiente”, señaló la Decana.
Actualmente, que la Politécnica haya elegido a la primera mujer como su Decana, marca un hito para la Facultad, manifestó la profesora, ya que se demuestra que el género femenino también puede realizar gestiones administrativas y académicas de una institución.
“Se trata de reafirmar que nosotras tenemos las mismas capacidades, conocimientos y aperturas que un hombre para poder gerenciar”, puntualizó Leiva.
Rompiendo paradigmas y cambiando concepciones basadas en lo que puede o no hacer una persona, dependiendo de su género, la profesora Leiva demuestra que todo depende de la constancia de uno para superar las barreras existentes.
UN EJEMPLO PARA LAS MUJERES
“Ahora se están brindando más espacios a las mujeres para que tomen puestos importantes de decisión y no veo esto como una competencia, sino como una fortaleza para demostrar que las mujeres y los hombres podemos trabajar juntos”, indicó la Decana.
De este modo, la profesora Leiva considera que su nombramiento representa un ejemplo de empoderamiento femenino, ya que al existir contadas mujeres especializadas en el área técnica, una vez que las mismas ven casos similares al de la profesional, se sentirán más motivadas e impulsadas para seguir una carrera técnica.
Sin embargo, la profesional considera que siempre habrá casos de mujeres que se sientas atajadas por el prejuicio.
“Ante ello, incito a las mujeres que se animen a estudiar este tipo de carreras porque somos capaces y podemos desenvolvernos exitosamente en estas áreas; pueden dedicarse a la electrónica, la informática y otras tantas áreas más, no hay límites en cuanto a las posibilidades”, finalizó la profesora.
Mientras una niña está anhelando dedicarse a la aeronáutica o la electricidad, la falta de apoyo actúa como la verdadera imposibilidad para la infanta, arruinando sus sueños por sentirse insuficiente, no incapaz.