Por Juan Pablo Fernández Bogado
Las campañas municipales no son solo un espacio de promesas, de propuestas hartas de ser repetidas, sino también un momento para buscar llamar la atención con recursos alternativos que de alguna forma enfrentan a las grandes estructuras económicas de movimientos, partidos y dirigentes que incluso van por un segundo o tercer periodo como concejales y ya han generado en su entorno una red de “colaboradores” que trabajan en torno a la institución.
La compra de votos no está ausente, sigue siendo una práctica muy común que según nos confían los asesores de algunos candidatos, se puede incluso crear un mapa de sectores donde solo se moviliza el voto por medio de motivaciones democráticamente incorrectas e ilegales.
Pero la premisa básica cuando se trata de una campaña es que el candidato sea conocido, la gente vota por la cara que le resulta familiar y luego se deja llevar por la percepción positiva o negativa que tenga sobre ese candidato o candidata, finalmente el voto es más emocional que racional, por más que nuestro cerebro insista con querernos hacer creer que uno reflexiono propuestas y realidades de la ciudad, analizó indicadores y evaluó un historial evolutivo del desarrollo de la ciudad al momento de depositar el voto.
Lo cierto y definitivo es que el porcentaje de voto pensante es reducido, y el votante termina dirigiendo su elección al que conoce y confía más de entre toda la oferta, es más en ese punto donde entra un elemento reflexivo, pero a la vez muy subjetivo.
Hoy seleccionamos un par de referencias:
Humberto Blasco, actual presidente de la Junta Municipal de Asunción además de ser noticia por frenar una ampliación presupuestaria de casi 200 mil millones de guaraníes poniendo en jaque a sus contrincantes colorados dentro de la municipalidad, eligió también ir por acciones diferenciadoras, y es con ese espíritu que este domingo 15 de Agosto día de la Fundación de Asunción en un vivo con el candidato a Intendente Eduardo Nakayama sorprendió con la salida inesperada de un actor que personificó al Juan de Salazar y Espinosa en una delirante charla sobre el pasado, el presente y el futuro de Asunción. El Juan de Salazar resucitado increpó a los candidatos y les pidió compromiso con temas como seguridad y el arreglo de las calles.