Viajar en tiempos de pandemia es una aventura de riesgo
Mientras las capitales latinoamericanas, y muchas de sus principales ciudades, van por la séptima u octava línea troncal de metrobus, en Asunción nos reducimos a lidiar con los abogados de la empresa que encaró la construcción de la única línea local que no llegó siquiera a un 10% de realización. Fue una megaobra que incubaba el gérmen del fracaso. En tanto, la capital y el conurbano de 2.800.000 habitantes sigue padeciendo el peor sistema de transporte del planeta. Da rabia mirar alrededor nuestro y ver cómo lo han hecho otros conglomerados urbanos equiparables a Asunción.
Curitiba, que inventó el sistema BTR -transito rápido de buses urbanos-, lo tiene en vigencia desde 1980, cuando a la ciudad la poblaban 800.000 habitantes. Hoy con 1.950.000, el sistema ha soportado bastante bien el crecimiento respondiendo a la demanda incrementada.
Buenos Aires va por su octava troncal, con 104 kilómetros que canalizan 2,2 millones de pasajeros diarios. El sistema convive con el metro (subte), los trenes de superficie suburbanos y las demás líneas de colectivos. Ciudad de México despliega 7 líneas a lo largo de 126 kilómetros y 4,6 millones de pasajeros diarios. La urbe tiene también una admirable red de subterráneos que transportan una cantidad similar al metrobus. Y hay decenas de ejemplos más. Asunción va camino a elegir intendente municipal y concejales. Una vez más se abrirá un conjunto de interrogantes cuando las nuevas autoridades se instalen. La fila de prioridades que les espera es tal que sería imposible imaginar, por ahora, en qué renglón se incluiría el transporte de pasajeros. Pagar sueldos, honrar deudas, revisar el organigrama, nombrar cargos de confianza, establecer alianzas, revisar la política sanitaria, evaluar obras en progreso, etc.etc. Casi siempre, lo importante cede paso a lo urgente.
Pero si encarar la reforma de un transporte público caótico, ineficiente y caro no es una prioridad, ¿Qué lo sería? Habrá que poner atención, las próximas semanas, en las propuestas de los candidatos. Hay algunas que abordaremos más adelante. Pero en general, son sólo enunciados generales y teóricos, propios de una campaña. Nada más.
Mientras tanto, viajar en Asunción y en tiempos de pandemia, es una aventura de riesgo, tan incómoda como peligrosa por el hacinamiento y la violación de protocolos anti COVID.
Y no hay indicios de que vaya a mejorar.