El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología dio a conocer detalles de la vida profesional y académica de una destacada mujer paraguaya, que por amor a la investigación científica representa al país en el Consejo Mundial para Niños Superdotados y Talentosos.
María Alexandra Vuyk Espínola, es psicóloga de profesión, investigadora y docente en la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción; destacándose sus líneas de investigación, las altas capacidades intelectuales y creativas, características de personalidad y adaptación en personas con superdotación, creatividad y desarrollo de talentos.
Es editora asociada de la revista científica Gifted and Talented International, órgano oficial del Consejo Mundial para Niños Superdotados y Talentosos, donde representa a Paraguay como delegada. Impulsó el Primer Programa de Apoyo a Altas Capacidades del Paraguay, en el Colegio Santa Elena.
Vuyk manifestó que su aspiración es que los resultados de las investigaciones realizadas en el país se traduzcan en políticas públicas que mejoren la calidad de la educación y los servicios ofrecidos en Paraguay.
Actualmente trabaja con la Organización Multidisciplinaria de Apoyo a Profesores y Alumnos (OMAPA), en proyectos sobre características sociales y emocionales de estudiantes con talento matemático.
Lleva publicados 13 artículos en revistas científicas arbitradas e indexadas, más uno recién aceptado, y un capítulo de un libro arbitrado por pares; además presentó 26 ponencias y 14 posters en congresos internacionales y nacionales, la mayoría enmarcados dentro de la línea de altas capacidades y creatividad.
¿Cuándo y cómo nació su interés por la investigación científica?
Siempre fui muy curiosa. En la carrera de Psicología me di cuenta de la importancia de la investigación, entendí que la mejor manera de encarar las preguntas sin respuesta era haciendo investigación científica.
¿Por qué decidió dedicarse a la investigación?
Porque un país que no investiga no avanza.
¿Cuáles son sus principales líneas de investigación?
Mi principal línea de investigación son las altas capacidades y creatividad, especialmente en el área social y emocional; las características de la personalidad y adaptación al mundo o al medio. Mi misión es ayudar a estas personas a encontrar su lugar en el mundo y que logren desarrollar todo su potencial. Las investigaciones que hacemos en Paraguay van desde cuáles son los perfiles de las personas con altas capacidades, cómo se detecta, qué concepciones tiene la gente sobre las altas capacidades en Paraguay, y características que se observan en personas con altas capacidades.
Otra línea secundaria se refiere a las características de la personalidad y de la adaptación en general, siempre mirando cómo desarrollar en personas con altas capacidades. También hago muchas validaciones de instrumentos de medición, justamente para asegurar que puedan servirnos para futuras investigaciones.
¿Tuvo algún mentor o tutor que haya marcado u orientado su línea de investigación más importante? Si lo tiene ¿Quién es o fue, y qué fue lo que más le inspiró de esa persona?
La Dra. Barbara Kerr, mi mentora, es una eminencia en el trabajo con mujeres con altas capacidades y creatividad. Su misión es hacer del mundo un lugar seguro para las personas creativas. Sabe combinar investigación con servicio a la comunidad mediante programas innovadores, como el laboratorio de asesoramiento para la exploración de estados óptimos (CLEOS, por sus siglas en inglés) para adolescentes creativos en búsqueda de carreras no lineales. Tiene el título más alto que uno puede tener en los Estados Unidos, que es el de Profesor Distinguido, que ya es un título honorífico y viene con un fondo garantizado para hacer investigación.
Por otra parte, en Paraguay mi mentora de investigación fue la Dra. Norma Coppari, quien era la única que a pulmón, contra viento y marea, trató de establecer líneas de investigación en la Universidad Católica, incluso creando una revista científica. Ver a la Dra. Coppari tan solita en esa línea cuando yo estaba en la facultad, después irme a la Universidad Estatal de Emporia y ver que todos los profesores tenían proyectos activos y colaboraban entre ellos, me pareció muy llamativo y me dije “Bueno, yo también quiero descubrir, yo también quiero incrementar el conocimiento y no solo aprender lo que otros descubren”.
¿Cuántos artículos ha publicado? ¿Sobre qué temas?
Publiqué 13 artículos en revistas científicas arbitradas e indexadas, más uno recién aceptado, y un capítulo de un libro arbitrado por pares, presenté 26 ponencias y 14 posters en congresos internacionales y nacionales, la mayoría enmarcados dentro de mi línea de altas capacidades y creatividad.
Particularmente, me interesa la característica de personalidad llamada “apertura a nuevas experiencias”, del modelo de los Cinco Grandes factores de personalidad. La apertura a nuevas experiencias sirve como marcador de creatividad y está moderadamente relacionada a la inteligencia.
También hago validaciones de instrumentos adaptados al idioma y a la cultura de nuestro país, para poder mejorar las investigaciones que realizamos.
¿Cuál cree usted que ha sido el aporte más significativo que ha dado a la ciencia y al Paraguay en sus años de trabajo?
Las investigaciones en altas capacidades eran inexistentes en el Paraguay antes de mi retorno al país. Esta población no debe ser desatendida, puesto que el desarrollo de talentos redunda en inmensos beneficios para la sociedad.
Perder los talentos representa un grave daño para el país. Entonces, saber detectarlos y potenciarlos es de inmenso valor para el Paraguay.
¿Cuáles son las limitaciones para realizar investigación en Paraguay?
Primeramente, el acceso a fondos. Gracias a PROCIENCIA y al PRONII podemos hacer mucho más que antes, sin embargo nos falta mucho. Creo que las estadísticas sobre la investigación paraguaya muestran un salto inmenso desde los años que empezaron estos dos programas. Los dos ayudan mucho, tanto separados como en conjunto; PROCIENCIA financiando proyectos específicos y PRONII incentivando la trayectoria de los investigadores. Por ejemplo ahora que no sale aún PROCIENCIA 2018, es gracias al PRONII que podemos seguir sosteniendo la labor de una manera más consistente que no sea solo a pulmón y por amor.
De hecho, la existencia de estos dos programas fue un factor crucial en mi decisión de volver al Paraguay luego de mi PhD; rechacé una oferta fantástica de un postdoctorado con un posible trabajo a futuro, para retornar y apostar a la ciencia de nuestro país.
También cuesta la comprensión del público general de lo que es ciencia y lo que implica, porque estamos todavía en etapas incipientes. No es un concurso de popularidad tipo Baila Conmigo en la que se vota por el favorito, sino que deben ser pares científicos los que evalúen las propuestas, porque son ellos los que deben identificar cuál es el impacto potencial que tendrá el proyecto. Además, debemos entender que la investigación no consiste en conseguir resultados que se traducen al instante, especialmente en la investigación básica; nos toca esperar, avanzar el conocimiento científico, y en algún momento serán aplicables los resultados. Un montón de avances no hubieran sido descubiertos si investigáramos solo lo que al público le gusta.
¿Qué sacrificios conlleva hacer investigación en Paraguay?
Por un lado, el hecho de que la gente no entienda mucho tu labor, que no entienda cómo se maneja la investigación. En muchos casos, por estar sujeto a tantas convocatorias y tener que estar buscando fondos todo el tiempo, se deben modificar los calendarios con las dificultades que eso conlleva. Hay que invertir mucho en formación de recursos humanos, ya que cuesta conseguir gente preparada para el desafío y dispuesta a aprender. Me parece súper importante remarcar que es muy diferente a lo que era antes, se está valorando más la investigación, pero falta mucho todavía.
¿En qué se encuentra trabajando actualmente?
Estoy trabajando con la Organización Multidisciplinaria de Apoyo a Profesores y Alumnos (OMAPA), en proyectos sobre características sociales y emocionales de estudiantes con talento matemático. Acabamos de finalizar un proyecto sobre el impacto de talleres de desarrollo social y emocional en el desempeño matemático, o sea todas las habilidades que hacen al alto desempeño que no son relacionadas necesariamente al conocimiento del área. Tenemos proyectos en espera de adjudicación de fondos, para elaborar perfiles de estudiantes de altas capacidades y buscar estrategias posibles de detección de altas capacidades a nivel nacional. Queda mucho por hacer en el área de altas capacidades.
Además, en mi doctorado me formé con el modelo de Boulder, como científica-practicante. Entonces aplico los conocimientos basados en la evidencia científica en mi práctica profesional en consultorio, realizando evaluaciones, apoyo psicológico y orientación educativa a personas con altas capacidades; esto luego informa mis investigaciones al notar donde están las áreas en las que el conocimiento científico falta aún desarrollar. La línea de investigación también tiene aplicación en el Programa de Apoyo a Altas Capacidades que inicié en el Colegio Santa Elena, siendo el primer programa en el país de estas características; se brinda un apoyo individualizado a cada estudiante con altas capacidades según sus necesidades específicas para el desarrollo de su potencial.
En la Universidad Católica enseño en la Licenciatura en Psicología y en la Maestría en Psicología Cognitivo-Conductual, principalmente metodología de la investigación y desarrollo de proyectos, además de guiar tesis de maestría. Formar recursos humanos en el área de investigación es necesario si queremos seguir avanzando en la ciencia paraguaya.
¿Le ha pasado algo curioso o anecdótico durante alguna investigación?
Durante mi doctorado, en una conferencia de la Asociación Nacional para Niños Superdotados iba a presentar el anteproyecto de una investigación que me parecía fantástica y bastante osada, porque pretendía desmitificar un constructo del que se habla mucho en el mundo de altas capacidades: la sobreexcitabilidad, que dice que las personas con altas capacidades son más sensibles, más intensas, y que tienen un sistema nervioso más hiperactivo. Ese constructo tiene poca evidencia científica y muy cuestionable. Los mismos estudios de baja calidad se siguen citando a lo largo de los años, sin grandes aportes nuevos. Como es un concepto muy popular en blogs, es un mito que persevera.
Mi anteproyecto decía que en realidad es la característica de personalidad llamada “apertura a nuevas experiencias” la que explica el concepto de sobreexcitabilidad, contrastando las definiciones que son prácticamente idénticas. Los Cinco Grandes factores de personalidad, de donde viene la apertura a nuevas experiencias, poseen gran evidencia científica a nivel mundial. Pensaba hacer un estudio empírico para apoyar la hipótesis de que en realidad son lo mismo y que hay que llamarlo por su nombre: “apertura a nuevas experiencias”.
Entonces, yo estaba paradita en la conferencia con mi póster de anteproyecto y pasan tres eminencias del campo. Yo no podía creer que estén en la conferencia. Se quedaron hablando muchísimo tiempo conmigo sobre el tema, que les parecía fantástico y les encantaba, me dijeron que era valiente, que era espectacular. Después se fueron a buscarle a mi mentora para decirle “No le dejes hacer ese proyecto a tu alumna, ella está en etapas iniciales de su carrera de investigación, eso es suicidio profesional, porque la gente que apoya esa teoría la va a destrozar, ese tipo de estudios tenemos que hacer nosotros los investigadores más experimentados, que podemos agarrarnos con un grupo, pero ella no, no la dejes”. Para qué dijeron eso, esa fue mi tesis doctoral.
Publiqué la investigación como artículo científico en Gifted Child Quarterly, la revista de mayor impacto en el área. Dicho y hecho, recibí emails al respecto, no de amenazas ni para destrozarme, pero en tonos poco amables. También recibí otros que decían “Quién sos, dónde estás, en la próxima conferencia te voy a invitar una cerveza, esto es lo máximo que leí desde hace mucho tiempo”. Sigue hasta ahora la discusión a nivel académico, porque en estos días tiene que salir otra investigación basada en la mía que está diciendo lo opuesto, de un equipo de investigación belga. Entonces no puedo esperar a leer para ver qué resultados obtuvieron, cómo eso informa mis futuras investigaciones, y así volver a responder y seguir construyendo el conocimiento científico del área.
¿Qué les diría a los que desean dedicarse a la investigación?
Primero, que no tengan miedo, y segundo que golpeen puertas, que busquen qué trabajos y qué laboratorios les interesa. Eso se hace curioseando, metiendo la nariz en donde a uno no le llaman. Irse a las universidades, preguntar sin parar: “¿quién hace investigación acá? ¿en qué hacen investigación? ¿aceptan estudiantes?”, que escriban a los investigadores, preguntando “¿hay algo en lo que te pueda ayudar?”. Primeramente, que ofrezcan sus servicios ad honorem, porque a nosotros los investigadores nos encanta recibir a gente que quiera aprender, colaborar y contribuir, no a gente que esté pasivamente esperando que se le enseñe, sino que activamente me diga “puedo hacer eso, puedo hacer lo otro, me animo a meterme en tu equipo”. Que quieran estar presentes mientras que el resto ejecuta, eso ya significa algo grande.
Por eso les digo que se animen a buscar mentores, a meterse desde el principio, sin miedo, sin sentir que tienen que saber muchas cosas para investigar, porque en el camino se aprende y si tu mentor te dice “Leé esto y después hablamos”, leé eso para poder hablar después.
¿Qué espera de la juventud que se dedica a la ciencia y a la investigación?
Que persevere, si una puerta se cierra otra se abre, que tiene que actualizarse, porque no existe lo estático en la ciencia, va modificándose constantemente, siempre viene algo que rompe los paradigmas y se debe ajustar todo de vuelta.
Ya que la juventud está tan metida en el tema de las redes sociales, les recomiendo que sigan el hashtag #AcademicTwitter en el que científicos y académicos del mundo comparten sus avances. Es súper interesante seguirle en Twitter a los científicos que uno admira y leer sus trabajos para saber en qué están, hoy en día es una manera muy utilizada para estar al tanto.
¿Cuáles son sus sueños o metas relacionados a la ciencia y a la investigación?
Sueño con universidades que tengan múltiples líneas de investigación apoyadas y valoradas por las instituciones. Sueño que estudiantes puedan incorporarse a proyectos desde su primer año en la carrera, e inclusive antes, mediante pasantías para estudiantes de la Educación Media.
Sueño con que los resultados de nuestras investigaciones se traduzcan en políticas públicas que mejoren la calidad de la educación y los servicios ofrecidos; por ejemplo, que existan programas de atención a estudiantes con altas capacidades basados en evidencia científica en cada rincón del país. “Tengo sueños y ambiciones grandes, y yo no paro hasta conseguirlos”.
FUENTE: AGENCIA IP