El Ministerio de Salud señaló que el 45% de los registrados a vacunarse no acuden a los puestos vacunatorios. Hasta ayer lunes, de los 450 mil registrados, recién fueron inmunizados poco más de 300 mil.
Sin embargo, a pesar de estos números, la cartera sanitaria no emprende ninguna estrategia con el fin de llegar a esa población que no está acudiendo. O como alternativa, ver otras franjas etarias para reemplazar las ausencias y no seguir perdiendo tiempo.
Lilio Irala, profesional de blanco y dirigente del Sindicato de Médicos, resaltó que el Ministerio de Salud debe garantizar la disponibilidad de vacunas y su accesibilidad.
“Como el Estado fue incapaz de gerenciar de dosis suficientes para todos. Entonces hecho mano de una burocracia que ha dificultado la disponibilidad como la accesibilidad”, cuestionó.
En otras palabras, el médico afirma que muchos adultos mayores carecen de recursos. Algo que se acentuó por la pandemia. Entonces lo que hizo el gobierno fue dificultar la disponibilidad y la accesibilidad para dificultar el acceso de la gente más necesitada.
“Ponen locales centralizados que dificultan el acceso de las personas de bajos recursos que viven en el interior y tienen dificultad de transporte. La estrategia posiblemente fue aplicada adrede para disminuir la accesibilidad y disponibilidad por la escasez de dosis”, apuntó.
Irala resaltó que el 25% de la población está excluida del sistema sanitario. Estas personas no cuentan con seguros del IPS, ni tienen de forma cercana un puesto asistencial. Esto se acrecienta con la implementación de la burocracia como en la aplicación de vacunas.
SITUACIÓN SIMILAR
El galeno comparó con la situación que viven los mismos estudiantes. Resaltó que en el interior las familias carecen de teléfonos inteligentes y conectividad para participar con éxito de las clases a distancia. Y si esto afecta a niños y adolescentes que están familiarizados con la tecnología, la dificultad se acentúa con los adultos mayores quienes siquiera saben responder simples mensajes de texto. Mucho menos podrán registrarse para acceder a las vacunas.
“Las USF y los puestos comunitarios son los que deben llegar a estas personas. Entonces la burocracia fue un gran obstáculo y la tecnología en muchos casos. Yo personalmente vi que mi esposa registró a sus familiares adultos mayores porque ellos no tienen celulares de alta gama. Pero tampoco tienen vehículos para llegar a la capital o a Central”, señaló.
Según datos de la Dirección Nacional de Estadísticas, Encuestas y Censos (DGEEC), en el país existen 750 mil adultos mayores (60 años para arriba). Sin embargo, solo 350 mil se ha registrado. La cosa no acaba aquí, de los 350 mil, solo el 55% acude a los puestos vacunatorios.
DECISIONES SENCILLAS
La semana pasada, la Itaipú binacional entregó 20 camionetas 4×4 al Ministerio de Salud. Esto, para la distribución de vacunas. Sin embargo, llama la atención que estos vehículos no sean utilizados para llegar a los adultos mayores del país.
“Evidentemente hay una mala gestión y mala distribución para llegar a los adultos mayores. Salud no tiene voluntad política. Como tienen pocas dosis tratan de complicar la administración para culpar después a la gente. Porque no echan mano a los estudiantes de medicina. Es muy fácil aplicar una vacuna”, cuestionó.
BALMELLI
Tomás Mateo Balmelli, infectólogo, señaló por su parte que es peligroso que los adultos mayores no se estén inmunizando. Esto porque son los más vulnerables.
“Cada día que no vacunamos. Es un día que le damos al virus para que presente variantes mutagénicas que no podrían ser reconocidas por las vacunas. Deberíamos inmunizar más rápidamente que los contagios”, explicó.
Sostuvo que al momento que un paraguayo se vacuna es uno menos que puede contraer la enfermedad en cuadro severo. Y que esto contribuye a descomprimir el estresado sistema sanitario.
“Hay que cambiar el método de comunicar. Tener un plan B. Empezar a vacunar ya a vulnerables. Además tampoco se debe suspender los vacunatorios los fines de semana”, instó.
VACUNATORIOS AMBULATORIOS
Balmelli pide la puesta a punto de vacunatorios ambulatorios. Estos son unidades de vacunación que van a asistir a la gente que no puede ser trasladada.
“Eso no cuesta nada. Es cuestión de planificación, ejecución y eficacia. Más cuesta 100 vidas humanas al día y las restricciones estrictas que ocasionan cierre de empresas. Ponerle gasolina a vehículos e ir a vacunar casa por casa no cuesta nada”, señaló.
Finalmente cuestionó la lentitud del programa de vacunación. Lamenta que estén fraccionando las pocas dosis disponibles con el fin de no quedarse con ninguna antes del arribo de nuevos lotes.
“Yo entiendo que hay que dar prioridad a los grupos de riesgo. Pero no entiendo porque se vacunan tan lentamente”, culminó.