Los camioneros quieren reducir su aporte al IPS
El argumento de la emergencia sanitaria se está convirtiendo en una suerte de comodín, tan bueno para un fregado como para un barrido. Ahora el diputado Walter Harms está proponiendo que los camioneros paguen menos al Instituto de Previsión Social “dada la delicada situación que atraviesa el sector debido a la pandemia”. El proponente dice que los camioneros que hacen de operadores del transporte público de pasajeros están sufriendo una merma del 30% en su actividad, cifra cuya consistencia nadie se ha preocupado de revisar.
Aquí cabe la ocasión de explicar por qué en esta sección hablamos de camioneros y no de empresarios del transporte público, dejando en claro que los auténticos camioneros, los que llevan carga, constituyen un gremio serio que se ha actualizado y capacitado para transportar cargas de todo tipo, desde la más elemental hasta la más sofisticada.
El transporte público de pasajeros es una categoría que en la mayor parte del planeta presenta estándares de nivel esencial al priorizar la calidad, la puntualidad y la abarcabilidad del servicio.
Damos un ejemplo tal vez extremo pero que sirve para definir claramente el concepto de transporte público. Cuando la red nacional de ferrocarriles de Francia (SNCF) quiso cerrar ramales deficitarios, el Gobierno se lo prohibió, autorizando al mismo tiempo un aumento de tarifas en itinerarios de alto rendimiento, por ejemplo, el TGV o tren de alta velocidad. El sistema debe incluso contratar servicios de buses que hagan llegar al viajero a las villas más apartadas del país.
Así, el Estado francés garantiza la calidad y eficiencia del servicio a sus ciudadanos y también a los millones de turistas que recorren el país.
Aquí este principio es desconocido. Los camioneros acarren gente por avenidas saturadas de líneas e ignoran barriadas enteras a las que despachan alguna chatarra rodante de vez en cuando durante el día y desaparecen del atardecer hasta el amanecer. Es cierto que el estado calamitoso del “pavimento” del conurbano no invita a emplear vehículos buenos. Aquí hay que hablar de casi una asociación ilícita entre camioneros y munícipes que mantienen este estado de cosas hace décadas.
El diputado Harms podría emplear mejor su costoso tiempo de legislador. Hay otras áreas que merecen atención. Los camioneros no.
