El sistema público de salud está saturado, los pacientes oncológicos reclaman falta de medicamentos en el Instituto Nacional del Cáncer (Incan), los fa- miliares de pacientes con coronavirus ya no tienen recursos para comprar fármacos de sedación en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente Juan Max Boettner (Ineram), así como hay recamos en el Hospital Nacional de Itauguá, en el Hospital de Clínicas, en Guairá o en Alto Paraná.
Pero veamos cómo el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSP), ente rector de la política pública sanitaria, utilizó los recursos económicos para la compra de insumos médicos, medicamentos, equipos de protección individual, entre otros gastos que son tan reclamados hoy por todo el país.
En el 2019, el primer año completo de gestión como ministro del doctor Julio Mazzolni, la cartera sanitaria invirtió aproximadamente unos US$ 140.267.270, según el listado de licitaciones públicas que se encuentran dentro de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP).
Ahora, a diferencia de lo que se invirtió en el 2020, no tuvo una amplia inversión, teniendo en cuenta que fue un año donde impactó el Co- vid-19 y que además también hubo recursos adicionales otorgados por la Ley de Emergencia. El año pasado la inversión realizada por el MSP fue de US$ 154.215.099.
Es decir, la diferencia es de unos US$ 13,9 millones, pero en este punto hay que recordar que los fondos covid otorgados al Ministerio de Salud fue- ron de US$ 426 millones.
Ahora bien, uno de los puntos llamativos también es que en los meses de diciembre de los últimos dos años es cuando se dieron los mayores gastos desde la cartera sanitaria. Además, podemos entender que esta situación de falta de medicamentos pudo también ya ser prevenida, sin embargo en la administración de Mazzoleni no se observa una diferencia entre un año normal como el 2019 y un año en pandemia como el 2020.
Es que en diciembre del 2019 se realizaron licitaciones por US$ 41.841.234, mientras que en diciembre del año pasado fue de US$ 41.727.886. Es decir, se mantuvo el ritmo a pesar de la crisis de la pandemia del coronavirus.
Mientras que en enero de este año el gasto del MSP en los rubros menciona- dos es de US$ 41.910.457.
LA IMPORTACIÓN
Otro de los datos relevantes a la hora de analizar la falta de medicamentos en el sistema público sanitario son los números que hacen a la importación. Estos datos reflejan los siguientes datos que pasaremos a exponer.
Según los números conciliados de operaciones de compraventa observamos que en el 2019 la inversión del sector privado fue de US$ 10.249.110, mientras que durante el 2020 llegó a US$ 13.632.215.
Recordemos que la pandemia del Covid-19 en nuestro país empezó en marco del 2020.
Ahora, si comparamos solamente los meses de enero de los últimos años, observamos que en enero del 2020 se hicieron las mayores operaciones, pues en enero de este año el monto de importación de medicamentos solo alcanzó US$ 419.971.
FONDOS COVID
Cuando se inició la pandemia, el Gobierno endeudó al país por un total de US$ 1.600 millones, de los cuales US$ 426.014.519 fueron destinados a salud pública. Sin embargo su ejecución fue bastante criticada pues apenas llegó al 36% de su ejecución.
Es que hasta diciembre del 2020 se utilizaron US$ 153.403.909, lo que quedaron disponibles para su utilización unos US$ 272.610.610.
Es decir, mientras las familias de pacientes con Covid-19 pueden llegar a gastar diariamente entre G. 2 millones a G. 3 millones en la compra de medicamentos para mantener con vida a sus seres queridos, las autoridades no fueron capaces de utilizar los fondos necesarios para lograr abastecer las necesidades.
Hace un par de semanas la senadora Desirée Masi criticaba la gestión del ministro Mazzoleni, indicando que el que deja en stock cero los hospitales públicos ya debería de estar en la calle.
Se había referido justa- mente a los fármacos que mantienen en estado de sedación a los pacientes intubados por cuadros respiratorios, y dio ejemplos de países de la región se sobrestockearon y que se debió de desarrollar una estrategia de previsibilidad para adquirirlos extra zona, porque incluso algunos de nuestros vecinos aplicaron políticas de no exportación.
Incluso, comentó que con- versó con algunas farmacéuticas dedicadas al rubro de la importación de este tipo de drogas, porque desde mayo se daba ya esta situación.
“Le dijeron al Ministerio de Salud que hagan su cálculo de demanda, por- que acá un paciente puede usar hasta 60 ampollas por día y no vamos a poder traer de donde siempre traemos”, comentó Masi, al asegurar que ni advertidos se previó la compra en su momento.
Otra de las que criticó la gestión de Mazzoleni fue la ex ministra de Salud y actual senadora, Esperanza Martínez, quien indicó que hace un año que estamos en pandemia y no hubo la capacidad de gestionar los recursos necesarios para atender la situación sanitaria.
Incluso, comentó que desde la Cámara de Senadores se le ha rogado en innumerables ocasiones al ministro de Salud que envíe un plan de logística y no lo hizo.
Martínez remarcó que existe un fracaso global de la política del Gobierno e hizo notar que como nunca antes el Ministerio de Hacienda ha contado con recursos financieros para abordar la situación, y no solo no se han tomado las medidas necesarias, sino también se generaron un sinnúmero de casos de corrupción.