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¿COVID-19 o Ministerio de Educación?

Todavía nos equivocamos y colocamos “2020” cuando nos toca poner la fecha en algún documento. Además de ser algo normal en las primeras semanas del año, parece ser que el año recién pasado no nos quiere dejar ir todavía, sigue presente. Una de esas cosas que están más presentes sobre este nuevo modo de vivir tiene que ver con la angustia que genera a miles de padres y cientos de miles de alumnos el camino oscuro con el cual recorren su futuro incierto en materia educativa.

Sin medir el impacto emocional, psicológico y social que tuvo esta pandemia en los niños, niñas y adolescentes, en plena edad de desarrollo de sus habilidades sociales, intelectuales y emocionales, podemos sumar a un Ministerio de Educación que ha tomado una decisión más precaria que otra, para aumentar el nivel de frustración y ansiedad de toda la comunidad educativa.

Informaron que el 11 de febrero van a abrir las escuelas para que se puedan “implementar las reformas necesarias” y que las clases iniciarán el 2 de marzo, en un ridículo y mal planteado “plan burbuja”.

Conociendo la realidad de nuestras escuelas y el contexto de pandemia, ¿no era acaso el 2020 un año espectacular para solucionar gran parte del déficit de infraestructura que tienen nuestras escuelas?¿qué porcentaje de ejecución tuvo el presupuesto de infraestructura del Ministerio? Más allá de todos los maestros que realmente pusieron el pecho y pararon balas, ¿en qué trabajaron los funcionarios de escritorio que tiene el segundo Ministerio con más recursos humanos de nuestro país?

Desde mayo del año pasado el protocolo permitía desarrollar obras públicas, desde junio prácticamente todo tipo de obras ¿tuvieron más de 7 meses para intentar de hacer algo digno y no movieron un dedo?

¿De qué protocolo hablan, si tenemos cientos de escuelas que ni siquiera tienen acceso a agua potable y a baños modernos? Están matando la educación por asfixia, inacción y malas decisiones. La pandemia del COVID-19 acabará (esperemos) con la llegada de las vacunas ¿Qué nos salvará de la pandemia del Ministerio de Educación?

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