Loma Grande es un pequeño pueblo situado en el Departamento de Cordillera que fascina a los visitantes por la tranquilidad que ofrece, además de contar con un encantador rincón en donde, prácticamente, te hacen sentir como si estuvieras en las nubes.
Ese es el concepto que ofrece el Hotel del Rancho, un sitio fuera de lo común, pues en sus instalaciones se encuentran dos poderosos aviones que sin necesidad de despegar, hacen vivir al turista una verdadera experiencia en el cielo.
Su propietario, Ariel Cáceres, es un comandante piloto retirado de las Fuerzas Armadas. Amante de la aviación, rescató dos aviones en remate para cuidarlos y lo que fue primeramente una casa de campo de la familia, se convirtió al poco tiempo en un hotel con una propuesta incomparable.
Cáceres contó que uno de los aviones perteneció a las Líneas Del Sol del Paraguay y hoy funciona como restaurante. Tienen servicio a bordo, ambiente climatizado y las mejores carnes vacunas, comidas al tatakua. La segunda aeronave es de las Líneas Aéreas Paraguayas, que se convirtió en un museo donde los visitantes pueden conocer un poco de la historia de aviación en el país y rescatar esas raíces nacionales tan ricas.
“También contamos con dos piscinas, una de ellas que es de 5 ambientes y se encuentra debajo mismo del avión museo, donde se puede disfrutar al máximo la vista y tomar buenísimas fotos desde el ala del avión”, explicó Cáceres.
El hotel también posee 7 habitaciones estándar con todos los servicios básicos, ambiente climatizado con cable TV, sanitario independiente, frigobar y la mejor vista. El costo por habitación es a partir de G. 650 mil que incluye el desayuno y el disfrute de las instalaciones.
También ofrecen el lugar para eventos familiares con la mejor ambientación. “Los clientes pueden pasarla bien con el servicio a bordo que para los amantes de la aviación es lo mejor que hay, además del acceso a las piletas que en estos días de verano ayudan a opacar el calor”, afirmó Cáceres.
En una ocasión, las autoridades del Ministerio de Turismo ofrecieron algunos consejos para expandirse, una ayuda que el propietario apreció a la hora de hacer una inversión como la del Hotel del Rancho.
“Esperamos que todos los visitantes disfruten al máximo su estadía, buscamos brindarles la mejor atención y la mejor comida provistas desde el rancho. Como todos sabemos, esta pandemia nos ha hecho más conscientes para el manejo de los alimentos principalmente y actualmente nos encargamos que se cumpla al pie el protocolo sanitario, tanto de parte del personal, como para con los clientes”, afirmó.
Finalmente, invitó a todos a disfrutar de un lugar lleno de paz y tranquilidad, y despejarse. “No se van a arrepentir”, concluyó Cáceres.
UN POCO DE HISTORIA
Uno de los aviones que se encuentran en el predio del hotel es el 707 de las Líneas Aéreas Paraguayas, en el cual llegó al país el papa Juan Pablo II en su histórica visita de 1988.
Además, en la misma nave, el dictador Alfredo Stroessner partió a Brasil para su exilio en febrero de 1989 tras el golpe militar que lo derrocó, y en los 90 fue el avión presidencial durante el gobierno de Juan Carlos Wasmosy.
Cáceres remodeló casi toda la máquina con el objetivo de rescatar una parte fundamental de la historia del país y de la aviación principalmente. Las Líneas Aéreas Paraguayas llevaron por más de 30 años el emblema del Paraguay a diferentes partes del mundo, por lo que para Cáceres era fundamental que no terminara en el “oparei”.
Los interesados en más información pueden contactar al (0983) 174 003