Las empresas a través del día a día deben enfrentar una serie de dificultades que afectan su rendimiento y en algunos casos amenazan su supervivencia.
Los problemas que se generan en la empresa son de orden interno ò endógeno, de no poder adaptarse a las necesidades internas de cambio (ejemplo: obsolescencia de maquinaria y equipo) y por otro lado, de orden externo ò exógeno (ejemplo: sequías, crisis económica, alza tasa de impuestos) cambios sobre los cuales la dirección de la empresa no tiene ninguna posibilidad de control.
Las empresas comienzan a expresar síntomas que afectan su desempeño económico financiero y que si no son diagnosticados en su momento, detectadas las causales y no se realizan cambios radicales, las empresas desaparecen del mercado.
Los síntomas que expresan las empresas son: disminución de las ventas, aumento de los costos de fabricación, aumento de los gastos operativos, pérdida continuada de la rentabilidad, dificultad para obtener financiamiento por alta deuda, entrada de nuevos competidores ,cambios tecnológicos , deterioro continuado en los resultados, deterioro en el valor patrimonial, aparición de productos alternativos. La reestructuración de una empresa implica realizar cambios profundos para corregir situaciones que afectan el desempeño, competitividad y su capacidad de generar valor económico o rentabilidad.
En líneas generales, éste proceso de cambio o transformación (los norteamericanos lo conocen como “turn around management “: darle la vuelta a la realidad ) se realiza mediante una metodología de reingeniería, la cual nos sirve de hoja de ruta para lograr transformar una empresa con dificultades estructurales u operativas, en empresa competitiva y rentable.