El 2020 ha sido un año lleno de incertidumbre, encierro y crisis de diferentes índoles. En medio de todo el caos surge una luz de esperanza en manos de profesionales que luchan para encontrar la cura del Covid-19, o por lo menos, enfrentarse a él con efectividad y disminuir el periodo de internación y muerte.
Pablo Sotelo, jefe del departamento de Biotecnología de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), afirmó que existen múltiples candidatas a vacuna, hubo un acuerdo significativo en la comunidad científica de que se deben realizar todas las etapas correspondientes para la aprobación de la dosis.
“En algún momento se quisieron acortar varias etapas, sin embargo, fue muy positiva la acción de la comunidad científica y las empresas se dieron cuenta de la importancia de tener unos ensayos clínicos robustos para que la gente pueda confiar. Hay que esperar los ensayos clínicos, sabíamos que los ensayos de seguridad fase 1 y fase 2 son relativamente sencillos de hacer, comparados con los de fase 3 que no se han publicado los resultados aún”, expresó el doctor.
Agregó que hay muchas estrategias filtradas en una sola proteína que es la proteína S, fundamentalmente buscando los anticuerpos específicos que evitan la entrada del virus a la célula. “Habría que ver el desempeño que tienen estas vacunas, creo que es un estado muy preliminar como para dar un comentario al respecto, pese a que mucha gente del ámbito de la regulación dice que el avance se ve bien”, aseguró el especialista.
Con respecto al Paraguay, recordó que con la llegada de la pandemia se abrió una convocatoria del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). En el departamento de Biotecnología de la Facultad de Ciencias Químicas de la UNA, ganaron dos proyectos, uno asociado a búsqueda antiviral y el otro para estudiar la presencia del virus en aguas residuales con un monitoreo epidemiológico de la presencia del Covid en la población, una estrategia que se utiliza en otros países y están desarrollando tecnologías al respecto.
“Es importante notar que ambos proyectos se hacen en colaboración con especialistas extranjeros de España y Chile. En ese aspecto veo un interés del Gobierno para dar las herramientas y que los científicos podamos aportar en la pandemia”, señaló.
El proyecto que lidera Sotelo consiste en tamizaje in vitro de productos naturales nacionales con actividad antiviral, que contrarrestan la entrada del virus en la célula.
Actualmente están en la espera del desembolso por el Conacyt, una vez terminadas las gestiones administrativas arrancarán con los estudios.
“Contamos con una biblioteca de extractos vegetales provenientes de hongos y otros, con los que venimos trabajando hace algunos años. No va a crecer el virus en el país, porque no se tienen las capacidades de seguridad para hacerlo, pero sí vamos a trabajar con un virus construido con ingeniería genética que simula la infección con coronavirus”, resaltó. Asimismo, dijo que serán evaluados más de 10 extractos e irán probando a medida que pase el tiempo.
LA CARRERA POR LAS VACUNAS
En entrevista con la cadena BBC recientemente, el principal epidemiólogo de Estados Unidos, Anthony Fauci, expuso que se sabrá en Norteamérica antes de finales de este año si existe una vacuna segura.
Además, según el medio, la cantidad de dosis que pudiera haber disponibles en diciembre no serán suficientes para vacunar a todas las personas del mundo y habrá que esperar aún varios meses el año que viene.
Mientras tanto, y según el Financial Times, la vacuna de la Universidad de Oxford, que se hace en colaboración con la farmacéutica AstraZeneca, genera una fuerte respuesta inmune entre los ancianos, y es bien sabido que son el grupo de mayor riesgo.
“Los ensayos clínicos de esa vacuna están en la fase 3, la última antes de conocer con exactitud si es segura y si permite proteger a la población de la enfermedad, tras lo cual necesitará el visto bueno de los reguladores antes de procederse a una vacunación”, afirmó el diario
Cabe resaltar que mientras la investigación continúa en el mundo, pues países como Rusia y Cuba también estudian una posible vacuna, India desempeña un papel cada vez más estratégico en el desarrollo, la fabricación y la posible distribución en el futuro a nivel masivo, ya que actualmente es el mayor proveedor mundial de medicamentos y produce el 60% de las vacunas a nivel global.