Con una vida profesional consolidada en Miami, Gisela Iribas, revela detalles de su arribo a tierras americanas, donde encontró y desarrolló su amor por la actuación, y logró papeles importantes dentro del rubro.
“La verdad es que no existe una fórmula general, creo que cada persona tiene una diferente y muy personal, con el tiempo una va viendo, observando el medio, dándose cuenta de que sirve y que no, donde una encaja o que perfil quiere mantener”, relató.
Manifestó que con lo de la actuación le fue un poco difícil empezar, ya que no contaba con la trayectoria para un protagónico, pero si era el prototipo de mujer.
“En el mercado americano me pasaba que no lucia como latina, pero mi acento en inglés es peor que el de Sofía Vergara en la serie Modern Family. En síntesis, encontrar el camino lleva tiempo y sobre todo mantenerse fiel al estilo que una apunta”, agregó.
REALITY SHOW
Actualmente, gracias al productor y director Federico Díaz, Gisela forma parte del reality show “Palm House”, que tiene como protagonistas a actrices, modelos, conductoras e influencers latinas destacadas como Geraldine Bazan, Floppy Tesouro, Ximena Córdoba, entre otras.
“Estoy en el show representando a Paraguay y mostrando un poco de esa dualidad de la vida glamorosa o normal que una debe vivir aquí, también todas exponemos un poco de lo que hemos pasado para llegar donde estamos”, señaló.
Iribas se define en todos los aspectos como una persona muy exigente -tanto a nivel profesional y personal- muy responsable y comprometida. Asimismo, afirmó que hace un tiempo dio positivo al test del Covid-19, pero que en estos momentos ya se encuentra en perfecto estado.
“Siempre en lo que hago trato de dar el 120% e incluso muchas veces esto me ocasiona conflictos cuando me genero muchas expectativas, ya que espero la misma respuesta, pero es algo que trato de igual manera de mejorar y de buscar el balance o quizás tratar de dar lo mejor sin tener que esperar nada a cambio”, expresó.
Finalmente, añadió que lo que más extraña de Paraguay es a su familia, amigos y a toda la gente en general, ya que el paraguayo es muy amigable.
“Extraño caminar por la calle escuchar el guaraní o el jopara, extraño muchísimo la comida, los lapachos de esta época y todo lo que tenga que ver con nuestra cultura, folklore y tradiciones. Creo que lo que hemos aprendido con esta pandemia es a vivir y disfrutar el momento sin hacer tantos planes”, concluyó.
