El proceso de reactivación económica a través de la cuarentena inteligente se volvió insostenible para los sectores que aún no pueden retomar al cien por ciento sus actividades a causa de la pandemia. El sector gastronómico es uno de los más afectados y el cierre definitivo se volvió una dura pero inevitable decisión para muchos locales que ya están cerrando sus puertas.
Así como muchos otros, el conocido bar Ñande Bar tuvo que dar este paso y hacerlo de manera definitiva. En redes sociales, el local comunicó la decisión con un cartel que se hizo viral en las redes: “(…) rematamos todo, gracias Marito! y honorables diputados y senadores”, expresan los propietarios. Como esta empresa, muchas otras del rubro gastronómico han ido cerrando poco a poco quedando miles de personas desempleadas.
Juan Galeano Grassi, propietario de la pizzería La Tarantella y vocero de la Asociación de Gastronómicos y Afines del Paraguay (Agapy), comentó que el panorama es ‘negrísimo’ para este sector. “Creemos que esta pandemia se instaló hace cuatro meses en Paraguay golpeando muchos rubros y en particular el gastronómico y de eventos. Si no hay una reactivación, si no hay una concientización por parte del Gobierno en conjunto con las empresas para poder decirle a la gente que consuma, que salgan, que no tengan miedo, creemos que no vamos a durar mucho tiempo más”, sentenció el empresario.
Señaló que los negocios van a empezar a cerrar uno a uno todos los días. “No hay un trabajo coordinado con el Gobierno para apoyar a las empresas formalizadas, a través del acceso a créditos blandos, o ver manera de conseguir exoneraciones para quienes hemos sido durante muchos años socios del Estado. A través de la generación de fuentes de trabajo, del pago de impuestos, hemos estado aportando, y la gran mayoría de las veces no hemos recibido ningún tipo de contraprestación”.
Galeano pidió un acercamiento del Gobierno para ver cuáles son las medidas más efectivas y poder ayudar a esas empresas del sector formal y formalizar a las que no lo son. “Como están las cosas no vamos a sobrevivir mucho tiempo más, y en el caso en que nos recuperemos más adelante, va a haber una gran tendencia hacia la informalidad porque la gente no va a querer colaborar con sus tasas, no va a haber incentivo para ser formal porque te das cuenta que trabajando por derecha encontrás muchas trabas y cuando necesitas una mano más todavía”.
Particularmente en el rubro tienen que lidiar con muchas personas que se han dedicado a la producción y la venta de alimentos desde sus hogares siendo competencia directa. “Respetamos la necesidad de poder arreglárselas buscando subsistir a través de esos trabajos, pero tenemos que ser conscientes de que para operar nos exigen muchos requisitos que hace que llevar una empresa del rubro se haga complicado y cueste competir con personas que lo hacen sin control y sin regulaciones”, apuntó.
El vocero de la Agapy destacó que el desafío hoy es sobrevivir. Mencionó su descontento con la utilización de dinero que era para arreglar los hospitales y al final se pagó el salario de los empleados públicos.
«Terminamos pagando nosotros porque todos son consumidores, pero no todos son productores. Todos mamamos de una manera de la teta del Estado, pero no todos aportamos. Quienes terminamos pagando la cena somos los que aportamos. Paso a paso, la gente va a ir transmutando hacia una desobediencia civil que se materializa en el no pago de impuestos, ni de las tasas municipales y en la no colaboración con algún ente gubernamental”, aseveró el empresario.
SEGURIDAD SOCIAL
Por otro lado, la abogada Michi Moragas, resaltó que las ayudas del Estado han sido insuficientes y la cobertura de seguridad social también, si esto hubiese pasado de manera contraria, el impacto del Covid-19 hubiese sido menor.
«Nos damos cuenta que la seguridad social no es un lujo, es importante, y no solamente para quienes trabajan en relación de dependencia, sino también para quienes somos trabajadores independientes, y tiene que cubrir más que la jubilación, que sea integral, olístico», acotó Moragas.
La profesional afirmó que se debería de estudiar la idea de un seguro de desempleo en Paraguay y este es el momento en que el Estado debe ayudar a dinamizar la economía y generar ayudas sociales más directas a las familias que están hoy desamparadas.
SEGURO DE DESEMPLEO
A cuatro meses de la pandemia, con miles de desempleados y una baja ejecución de presupuesto para mejorar el sistema de salud, el Gobierno todavía sigue en etapa de planificación de un seguro de desempleo. El Ministerio de Trabajo se encuentra diseñando un proyecto para hacerlo realidad, pero aún no han dado mayores detalles ni se han visto avances en esta materia.
Además de Bolivia, nuestro país es el único en la región en no contar con este servicio para aquellos que de manera eventual quedan sin trabajo. El proyecto de seguro se encuentra en la última etapa de análisis y todavía se está discutiendo con el Ministerio de Hacienda cómo se financiará en un principio.
La ministra de Trabajo, Carla Bacigalupo adelantó esta semana que, “como estamos en tiempos de pospandemia no podemos hablar de un aporte extra, lo que se plantea por ende es una capitalización inicial a cargo del Estado”. “Ya tenemos el primer borrador terminado, ahora estamos discutiendo cómo se financiará. El Mtess se encuentra ultimando detalles que de concretarse contemplará una capitalización de más US$ 65 millones como fondo inicial”, aseguró.