“¡Estamos hartas!”, “Gritamos porque las ollas están vacías”, fue el llamado de las voluntarias de la organización Femi Unidas Paraguay que alzaron sus voces frente a la sede de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).
En la movilización denunciaron la politización partidaria de los víveres en los territorios sociales donde la ayuda gubernamental llega, pero con inequidades y privilegios.
Mélanie Vega directora de la organización, junto a las coordinadoras de base, comentó que “las personas tienen hambre. Las ollas están vacías ante la falta de insumos y una promesa por parte del Estado y sus instituciones que nunca se cumplió”.
Agregaron que en Paraguay el virus es el hambre y los recursos deben ser entregados a todos por igual, no solamente a quienes respondan a banderías políticas e intereses particulares de los operadores designados a cada región.
“Denunciamos que los subsidios Ñangareko y Pytyvõ no llegaron en tiempo y forma, ni llegaron a todas las personas que más lo necesitan. Repudiamos que tras 75 días de cuarentena el gobierno paraguayo no haya tenido en cuenta las necesidades mínimas de la dieta que necesitan los menores y adultos mayores y no hayan garantizado la provisión de leche, frutas, verduras, a pesar de las reiteradas peticiones y pedidos de derivación de casos de extrema urgencia”, destacaron.
Finalmente, exigieron la liberación de los insumos para la alimentación de la gente.
