Todo dogma no se trata de nada mas que de una creencia, un principio o una serie de
reglas que se toman como indiscutibles e innegables, no se puede refutarlos o
debatirlos. En términos religiosos, los dogmas son, en resumen, enseñanzas
reveladas por lo que se considera como divino. Dentro de la filosofía sirven para
mantener una teoría o una forma de pensar.
Es justamente en referencia a lo de sostener una forma de pensamiento, por donde va
el asunto hoy en día, resulta que, al parecer, para bien o para mal, los dogmas han
quedado obsoletos en el mundo de hoy, debido al cambio de valores y la moralidad, el
lento pero constante avance del pensamiento crítico, y no se puede olvidar a quienes
argumentan que se debe a la globalización y desarrollo de nuevas tecnologías.
Solo hay que tomar por ejemplo uno de los cinco principios del dogma perteneciente al
arte marcial conocido como Taekwondo, que más que un estilo de combate cuerpo a
cuerpo, es una forma de vivir debido a sus cinco convicciones: cortesía, integridad,
perseverancia, autocontrol, espíritu indomable. Yendo en contra de la regla de no
cuestionar a un dogma, analizando la primera norma de cortesía, uno se da cuenta de
lo que está mal.
La cortesía es muy difícil, para no decir imposible, de cultivar e implementar en la
sociedad individualista de hoy, en ese mundo donde la mayoría se tiene y trata de
enemigos declarados o secretos, en el peor de los casos hasta de los amigos se
desconfía. No todos merecen la cortesía de uno, todo tiene un límite, ya no se trata de
tolerancia hacia los demás, sino de respeto a uno mismo.
En el caso de los demás principios del Taekwondo, la cuestión solo empeora. Aun así,
el solo hecho de que un dogma no se pueda negar, es lo que lo ha vuelto una reliquia,
es esa falta de flexibilidad y adaptación por lo que muchos han dejado de lado sus
credos. Es el caso de las religiones, de las ideologías políticas y hasta con los
estatutos de una empresa, con la diferencia de que, por el bien de los negocios, los
estatutos de cualquier empresa pueden ser cambiados con el tiempo.
El seguir un dogma es y debería ser una decisión personal, los principios deben ser
desarrollados con ayuda de la sociedad en donde impera ese conjunto de credos, lo
ideal sería evitar las limitaciones en la libertad de pensamiento. Uno no puede ir contra
los principios de un dogma ya que la mínima alteración, convertiría al conjunto de
creencias en otra cosa con otro propósito, igualmente nadie debe de estar obligado a
cumplir con la presión social y expectativas de la comunidad o autoridad.

Licenciado en ciencias politicas (UNA), editor, comunicador, productor y editor de contenido creativo para medios de comunicacion o intereses particulares
