El poderoso huracán Milton golpeó con fuertes lluvias y tornados en la Florida y provocó al menos 11 muertos, inundaciones y destrozos en ciudades costeras como Sarasota, Tampa y St Petersburg y luego bajó la intensidad al moverse hacia el interior de la península, donde también azotó con fuertes tormentas a Orlando.
Casi tres millones de personas estaban sin luz este jueves por la mañana y, fuera de datos provisorios, el número final de víctimas permanece aún indeterminado.
Milton tocó tierra el miércoles a las 21.30, hora argentina, en Siesta Key, un paraíso costero de arenas blancas y una de las mejores playas de Estados Unidos, como un huracán de categoría 3, con vientos de casi 200 kilómetros por hora y precedido por decenas de tornados que desgarraron la región.
El ojo del huracán pasó unos kilómetros al sur de Tampa, la ciudad más poblada de la zona, y eso evitó que los destrozos fueran mayores. Igualmente, Milton provocó fuertes oleajes que inundaron las calles de esa ciudad costera y otras como Sarasota, Fort Myers Beach, Naples y St Petersburg.
A la medianoche Milton se degradó a Categoría 2 mientas se dirigía al interior de la península, igualmente con fuertes vientos de 170 km por hora y al llegar al sur de Orlando, cerca de las 3 de la madrugada, bajó a Categoría 1, con lluvias persistentes. En esa zona, DisneyWorld y otras atracciones permanecían cerradas desde el miércoles por la tarde.
Con el correr de las horas y a medida que bajen las aguas, se sabrá con certeza el impacto de Milton en vidas humanas y destrozos. Pero ya comienzan a develarse algunas tragedias. Keith Pearson, sheriff del condado de St Lucie, en la costa este, confirmó a la CNN que ocurrieron “múltiples muertes” en el Spanish Lakes Country Club, una comunidad de retiro donde viven personas mayores.
En ese lugar luego se confirmaron 5 fallecidos, mientras que otras dos personas murieron en St. Petersburgo durante la tormenta, otras tres en el condado de Volusia, y una en el condado de Citrus después de que un árbol cayera sobre su coche, dijo la Patrulla de Carreteras de Florida.
En St Petersburgo cayeron casi 50 centímetros de lluvia y las calles estaban anegadas el miércoles a la noche, mientras que los fuertes vientos hicieron volar de cuajo el techo del estadio Tropicana Field, donde juega el equipo de beisbol local Tampa Bay Rays, con capacidad para 45.000 personas, que a la noche lucía espectral sin su cubierta. El estadio estaba preparado para albergar a trabajadores de rescate y emergencias estos días.
Mientras se desarrollaba esa película de terror en el centro de la península, más al sur los habitantes en Miami permanecían refugiados en el interior de sus viviendas, muchas de ellas tapiadas o con cerramientos especiales para huracanes, en una noche de fuertes vientos y tormentas, pero con mucha menor intensidad que en las zonas más afectadas.
Los habitantes de Florida parecen maldecidos por los huracanes y sufren una de las peores temporadas de su historia: Milton es el quinto en tocar tierra en EE.UU. este año, luego de Beryl y Debby de categoría 1, Francine de categoría 2 y Helene de categoría 4, apenas semanas atrás, y que además de Florida se extendió por Georgia y North Carolina y causó al menos 230 muertos.
El presidente Biden había anticipado que Milton podría ser «la peor tormenta en Florida en un siglo» y llamado a los estadounidenses en zonas de riesgo a evacuar.
Sin embargo, el impacto no fue tan monstruoso como se esperaba, afirmó este jueves el gobernador de Florida Ron DeSantis. «La tormenta fue significativa, pero afortunadamente, este no fue el peor de los casos», dijo DeSantis. «La tormenta se debilitó antes de tocar tierra y la marejada ciclónica, como se informó inicialmente, no ha sido tan significativa en general como lo que se observó para el huracán Helene» la semana pasada, dijo.
Más de 80.000 personas pasaron la noche en refugios y los equipos de búsqueda y rescate continúan trabajando para salvar a familias y mascotas, dijo DeSantis.
El presidente Biden informó que desplegó miles de personal federal en áreas golpeadas por la tormenta, incluidos más de 1.000 miembros de la Guardia Costera. «La ayuda está en camino», dijo Biden en una publicación en X.
Más de 3.000 vuelos han sido cancelados este jueves, y muchos aeropuertos debieron ser cerrados.
A pocas semanas de las elecciones presidenciales, los huracanes Helene y Milton pueden tener impacto en la campaña. El candidato republicano Donald Trump y algunos de sus aliados de extrema derecha lo han convertido en un tema en las redes y actos políticos estos días, con teorías conspirativas sobre la incidencia del gobierno en el clima y con falsas acusaciones de desfinanciación de la agencia que interviene en catástrofes (FEMA) para enviar dinero a inmigrantes.
«El oeste de Carolina del Norte, y todo el estado, en realidad, han sido totalmente y de forma incompetente mal administrados por Harris y Biden», dijo Trump el miércoles en su red social Truth Social. «Aguanten y voten para que estos horribles ‘servidores públicos salgan del cargo», agregó.
Fuente: Clarín