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Especies reveladas en México

La arqueología y paleontología no dejan de asombrarnos por sus descubrimientos. Ahora “una nueva especie de tiranosaurio es descubierta en el desierto mexicano”. Varios países ya se han destacado por ser las geografías donde se hallaron restos de dinosaurios cómo los EEUU, Canadá, Inglaterra, Bélgica, Mongolia, Argentina y ahora en otro país latinoamericano. 

El análisis de un grupo de investigadores plantea el argumento de que la nueva especie pertenecía a un linaje de constitución más ligera que el “Tyrannosaurus rex”. El carnívoro bípedo con un enorme cráneo equilibrado por una cola larga y pesada o aquel dinosaurio que se mostraba agresivo y destruía todo en su camino en la famosa película de 1993 Jurassic Park, que nos acercó un poco de manera ficticia a ese extinto pasado en el que vimos a diferentes especies de dinosaurios “relacionándose” con  seres humanos de hace 3 décadas. No creo que hayamos cambiado mucho desde aquella década comparado a este tiempo referente al querer saber más sobre los dinosaurios. O el reptil fósil que vivió en la Era Mesozoica y que se caracterizaba por: Ser de gran tamaño, Tiene la cabeza pequeña, Tener cuello largo, Con la cola robusta y larga,y las extremidades posteriores más largas que las anteriores.

Notables hallazgos

Fue encontrada una pila de huesos de dinosaurio derruidos estuvo guardada en un cajón en el Museo del Desierto en Saltillo, México, durante veinte años. “Cuando los ves ahí arrumbados en el cajón de un museo, no parecen gran cosa”, admitió Nick Longrich, paleontólogo de la Universidad de Bath en Inglaterra. “Parecen un montón de escombros”. Pero resulta ser que fue así luego del minucioso trabajo de investigación que dió con los restos del Tyrannosaurus rex.

Pero la terrible condición de los huesos, descubiertos en el año 2000 en el desierto chihuahuense del norte de México, ocultaba un secreto: estos pertenecían a un pariente cercano del Tyrannosaurus rex. A diferencia de su primo corpulento, este animal tenía patas largas, una constitución ligera, ojos grandes (que quizá le ayudaban a cazar con poca luz) y un hocico pesado para acabar con presas indefensas.

Tyrannosaurus fue un carnívoro bípedo con un enorme cráneo equilibrado por una cola larga y pesada. En relación con sus largos y poderosos miembros traseros, los miembros superiores del Tyrannosaurus eran pequeños, pero sorprendentemente fuertes para su tamaño, y terminaban en dos dedos con garras. medía aproximadamente 12 metros de largo, similar al tamaño de un autobús escolar, y pesaba hasta 8 toneladas. Un tamaño y gravitación comparable no a seres vivos hoy día sino a cosas que usamos para movernos, vivir o trabajar en su interior, y lo más cercano que podríamos a estar a estos bichos es a través de caricaturas, películas o imágenes o recreaciones gráficas de lo que han sido estas criaturas.

La especie recibió el nombre de Labocania aguillonae como homenaje a Martha Carolina Aguillón, la paleontóloga local que la descubrió. El miércoles, Longrich y Héctor Rivera-Sylva del Museo del Desierto describieron la especie en una publicación de la revista MDPI Fossil Studies e indicaron que es evidencia clave de una tribu de tiranosaurios del sur distintos a los especímenes del norte. Hace unos setenta u ochenta millones de años, el oeste de América del Norte era el hogar de varias especies de tiranosaurios. 

Ahora en nuestro 2024 tenemos la fortuna de toparnos con estas especies que pensábamos habían desaparecido completamente, más la naturaleza los ha preservado para que podamos investigar y aprender más acerca de la vida en el ayer del planeta tierra. Uno que todavía tiene mucho en sus aguas o bajo nuestros pies.

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