Doctor en Historia de la Universidad Católica Andrés Bello
@Nahem_Vzla
Hoy les ofreceré la segunda y última parte de esta temática que ya desarrollé la semana pasada, en aquella ocasión me concentré en la dimensión económica y hoy me centraré más en lo referido a la dimensión de las relaciones internacionales y políticos.
De vuelta, la gran y recurrente pregunta ¿hasta cuándo durará la pandemia del virus chino?, se han especulado muchas fechas tentativas, pero lo cierto es que depende de dos hechos muy concretos: la creación de una vacuna y un tratamiento contra la SARSCOV2, ambos factores hasta hoy inexistentes.
Mientras la humanidad avanza desesperadamente para crear esos dos productos, la dinámica mundial transcurre entre el caos, la desesperación y la reacción. En ese sentido, destaca la profundización de los nacionalismos, el Brexit en la Unión Europea, luego los países además de cerrar sus fronteras físicas, ahora priorizan los recursos para sus connacionales, por ejemplo, España e Italia piden “mutualizar” los costes de salud que ha significado la pandemia, pero los países del norte de la UE la ciudadanía rechaza esta petición, como el caso del Primer Ministro de Países Bajos Mark Rutte plantea limitar la ayuda a “créditos blandos”. Amén que, a lo interno del órgano europeo, Alemania, Francia e Inglaterra exigen reembolsos a China, pero el Canciller de la UE Josep Borrell maquilló el informe cediendo a las exigencias de Pekín, fracturando la postura del ente.
Del otro lado del Atlántico, el gobierno estadounidense suspendió sus pagos a la OMS y presiona la renuncia del ultra-comunista Tedros Adhanom como Director del órgano. También elevó el tono de sus reclamos contra China, donde primero el propio Pdte. Donald Trump y luego su Canciller Mike Pompeo, han señalado tajantemente que el virus “se originó en un laboratorio de Wuhan”, concretamente del Instituto de Virología de Wuhan donde experimentaban con los murciélagos de herradura, la gran incógnita hoy es ¿si fue intencional o accidental el surgimiento de este brote epidémico? A lo que se une Australia, que insiste que un equipo de científicos llegue a Wuhan para investigar el origen del virus. La reacción de Pekín no se ha hecho esperar, amenazando con boicotear el comercio de carnes y vinos australianos, en cuanto a las acusaciones de Trump las calificaron de “mentiras descaradas”, en palabras de Geng Shuang portavoz de la Cancillería china.
En crudo, las relaciones entre el águila y el gran oso se vienen resquebrajando aceleradamente, pero el conflicto no se limita a las 2 potencias. Contrariamente, la pandemia del COVID19 se ha convertido en una lucha entre el mundo libre versus el gigante comunista. En la medida que las muertes asciendan, que la economía mundial profundice la recesión, los ánimos se caldearán y peligrosamente hará que los gobiernos pasen de la diplomacia de micrófonos a acciones más enérgicas. Me pregunto: ¿el resquebrajamiento de los órganos multilaterales con todos los factores antes expuestos acaso no nos conduce a un escenario pre-bélico?