Pasa un gobierno y entra otro, pero el clientelismo político sigue el mismo; en estos últimos días nos enteramos de escandalosas contrataciones de la parentela del poder de turno, mientras la población de a pie no puede levantar cabeza, tras el deterioro del poder adquisitivo en los últimos años.
Personas sin ninguna preparación vienen siendo colocadas en el Estado sin tener idoneidad, en algunos casos son directamente planilleros con jugosas dietas. Uno de los casos con mayor repercusión es el de la hija del vicepresidente Alliana, que pasó de ganar G. 6 millones a G. 18 millones tras una maniobra con el presupuesto público.
Otro caso que causó indignación en las redes es el del hijo bachiller de la diputada Roya Torres, Elías Martín, quien accedió a su primer empleo con una dieta de casi G. 10 millones. Este tipo de casos echan por tierra el discurso de austeridad y meritocracia que pregonan desde el Gobierno.
El sector público y privado del Paraguay aún cuentan con varios desafíos por resolver. Entre los temas más importantes se menciona la informalidad laboral, atendiendo que el país registró un nivel de 63% entre la población ocupada para el año 2022.
Esta cifra preocupa de gran manera considerando que la informalidad afecta a los sectores más vulnerables y además reduce los ingresos fiscales del país.
En la última entrega de la serie de análisis de la estructura del servicio público en el Paraguay, el Observatorio del Gasto Público de Desarrollo en Democracia (DENDE) presentó una comparación de la situación laboral actual del sector público con el sector privado.
En el informe se dan a conocer los principales resultados del contexto laboral público y privado, considerando los indicadores de remuneración, formación de los trabajadores, estabilidad en el puesto de trabajo, e informalidad de manera a contar con una perspectiva más completa de las mismas.
En lo que respecta a los ingresos promedios, los mismos alcanzaron en el 2022 un total de G. 4.120.000 en el Sector Público frente a G. 2.831.000 de los empleados del Sector Privado, lo que da una diferencia de 45,5% a favor de los trabajadores estatales.
DIFERENCIAS
Se notan marcadas diferencias en los montos percibidos entre las categorías ocupacionales, en donde el Empleado/Obrero Público tiene el nivel más alto y solo es superado por el Empleador/Patrón.
Lo observado da muestra de la “discrecionalidad” en la asignación de las remuneraciones en al ámbito público siendo que los mismos no necesariamente responden a los criterios de idoneidad, eficiencia, eficacia, meritocracia, y son el resultado de otros factores, en tanto que para el sector privado rige la Ley 213/93 del Código del Trabajo, así como la “cuasi-reciente” normativa de adecuación del Salario Mínimo Legal Vigente (SMLV) en función a la inflación transcurrida de los últimos 12 meses.
El Observatorio Laboral del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS) presentó en su informe más reciente, una comparación de la cantidad de asalariados quienes percibían un salario menor, igual o mayor al SMLV en el año 2022.
De esta manera, se observó que el 18,8% de los asalariados percibió una remuneración igual al 95 o 110 por ciento del salario mínimo, el 39,4% recibió un monto superior al 110 por ciento del salario mínimo, mientras que el 41,8% de los asalariados recibió menos del 95 por ciento del SMLV.