América Latina ha sido históricamente una región de contrastes políticos y sociales, donde la democracia ha luchado por consolidarse mientras convive con episodios de autoritarismo. Sin embargo, en la última década, el apoyo a la democracia ha experimentado un alarmante declive, mientras el respaldo al autoritarismo ha ido en aumento. Esto es lo que revela un exhaustivo informe presentado por Latinobarómetro, una reconocida corporación dedicada a estudiar la realidad política y social de la región.
El informe, que se basa en una encuesta aplicada a más de 19.000 personas en 17 países de América Latina, destaca que solo el 48% de los latinoamericanos apoya actualmente la democracia como régimen político, una disminución significativa de 15 puntos porcentuales desde 2010, cuando ese apoyo era del 63%. Por otro lado, un preocupante 17% de los encuestados muestra respaldo hacia un gobierno autoritario, frente al 15% registrado en 2010.
El auge del autoritarismo en la región
La encuesta señala que América Latina se ha vuelto vulnerable a los populismos y regímenes antidemocráticos, lo que ha llevado a un claro retroceso de las democracias en la región. Se identifican diversas razones que explican esta “recesión democrática”:
Corrupción y fracaso de las élites: El informe destaca que muchas de las presidencias en la región han estado marcadas por casos de corrupción, con gobernantes imputados, acusados o condenados. Esto ha erosionado la confianza de la población en las instituciones y ha generado un descontento generalizado.
Personalismos y ambiciones de poder: El estudio señala que líderes políticos, partidos y coaliciones han mostrado una ambición desmedida por el poder, lo que ha llevado a quebrantar las reglas de la democracia en su intento por mantenerse en el gobierno.
Crisis económicas y desigualdades sociales: Las crisis económicas en algunos países de la región han aumentado las desigualdades y la pobreza, lo que ha generado un descontento social y una falta de confianza en la capacidad de la democracia para abordar estos problemas de manera efectiva.
Desplome del desempeño de los gobiernos: La falta de capacidad de los gobiernos para responder a las demandas de políticas públicas ha llevado a un aumento de las alternancias en el poder en las elecciones presidenciales.
El caso de Paraguay
Dentro del panorama de crecimiento del autoritarismo en América Latina, el caso de Paraguay resalta como un ejemplo significativo. En 2023, este país eligió por tercera vez consecutiva al Partido Colorado en las elecciones presidenciales, consolidando así el dominio de esta fuerza política que ha gobernado el país, incluyendo la época de la dictadura de Alfredo Stroessner, que duró 35 años.
Paraguay se ha mantenido como uno de los países en donde crece el apoyo al autoritarismo en la región, con un 27% de la población mostrando preferencia por este tipo de régimen, según relata el informe. Al mismo tiempo, el apoyo a la democracia ha retrocedido, alcanzando tan solo el 40% en 2023, y la indiferencia hacia el tipo de régimen ha aumentado al 27%.
A pesar de la alta insatisfacción con la democracia en Paraguay, el Partido Colorado logró ganar las elecciones presidenciales en 2023. “Esto destaca que la insatisfacción por sí sola no garantiza un cambio en el gobierno, y otros factores, como la ausencia de alternativas políticas sólidas y la falta de confianza en el sistema político, pueden influir en el resultado electoral”, señala el documento.
Los jóvenes, los más escépticos
El informe de Latinobarómetro también muestra que los jóvenes entre 16 y 25 años son los que más adhesión muestran hacia un régimen autoritario, con un 20% de apoyo. Esto contrasta con el 13% de las personas mayores de 61 años que respaldan un gobierno autoritario. Sin embargo, también es importante resaltar que un 43% de los jóvenes encuestados aún apoyan la democracia, en comparación con el 55% de los mayores de 61 años.
Uruguay y Argentina: luces de esperanza
En medio del panorama de declive democrático, Uruguay y Argentina destacan como países que mantienen un mayor apoyo a la democracia. Uruguay lidera la lista con un 69% de respaldo a este régimen político, seguido de Argentina con un 62%. Ambos países muestran cifras alentadoras y una mayor satisfacción con la democracia.
La directora de Latinobarómetro, Marta Lagos, ha destacado que, según estos datos, Argentina se encuentra en una situación favorable y resistente a posibles embates populistas. A pesar de las dificultades económicas y políticas, existe una mayoría sólida que aboga por la democracia sin ambigüedades.
Conclusiones
El informe de Latinobarómetro deja en evidencia una preocupante tendencia en América Latina, donde el apoyo a la democracia se ha debilitado significativamente, abriendo espacio para un crecimiento del respaldo al autoritarismo. La falta de confianza en las instituciones políticas y las élites que han fallado en representar los intereses de la población son factores clave en esta crisis de representación.
La región enfrenta un desafío importante para fortalecer la democracia, recuperar la confianza ciudadana y abordar las desigualdades sociales que persisten. La situación de Paraguay ejemplifica la necesidad de una reflexión profunda sobre los mecanismos de representación y la búsqueda de soluciones efectivas para revertir la tendencia autoritaria.
La juventud también juega un papel relevante en este contexto, y es fundamental involucrarla en la construcción de sociedades más justas y democráticas. La satisfacción con la democracia y la confianza en las instituciones son elementos claves para asegurar la estabilidad política en la región.
América Latina está en una encrucijada histórica, y es responsabilidad de los líderes políticos, la sociedad civil y la ciudadanía en general, trabajar en conjunto para fortalecer las instituciones democráticas, garantizar la representación ciudadana y abordar los desafíos económicos y sociales que enfrenta la región. Aquí algunas medidas que podrían ayudar a revertir la tendencia autoritaria y fortalecer la democracia en América Latina:
Lucha contra la corrupción: Los líderes políticos deben tomar medidas efectivas para combatir la corrupción y garantizar la transparencia en la gestión pública. El enjuiciamiento y la condena de funcionarios corruptos, sin importar su afiliación política, enviarán un mensaje claro de que la impunidad no será tolerada.
Fortalecimiento de las instituciones: Es fundamental asegurar la independencia y la autonomía de las instituciones, como el poder judicial, los organismos de control y los medios de comunicación. Una sociedad con instituciones sólidas y transparentes es menos propensa a caer en la tentación del autoritarismo.
Promoción de la participación ciudadana: Fomentar la participación activa de la ciudadanía en la toma de decisiones políticas y sociales contribuye a una mayor legitimidad de las políticas públicas. Mecanismos como consultas populares, referendos y audiencias ciudadanas pueden ser herramientas efectivas para involucrar a la población en la toma de decisiones.
Combatir la desigualdad y la pobreza: Las políticas públicas deben centrarse en reducir las brechas económicas y sociales. El acceso a la educación, la salud y el empleo digno son fundamentales para mejorar la calidad de vida de la población y reducir las tensiones sociales.
Promover una cultura democrática: Es esencial fomentar una cultura de respeto a los valores democráticos, como la tolerancia, el pluralismo y el diálogo. La educación y la promoción de los derechos humanos son clave para fortalecer el tejido social y evitar el surgimiento de actitudes autoritarias.
Liderazgo responsable: Los líderes políticos deben actuar de manera responsable y ética, colocando el bienestar de la sociedad por encima de sus intereses personales o partidistas. Un liderazgo comprometido con el servicio público y el bien común es esencial para fortalecer la democracia.
Periodismo independiente y responsable: Los medios de comunicación juegan un papel crucial en la sociedad democrática al informar de manera objetiva y equitativa. La libertad de prensa y la existencia de medios independientes son fundamentales para garantizar el acceso a información veraz y plural.
El informe de Latinobarómetro pone en evidencia la delicada situación de la democracia en América Latina y la necesidad de abordar los desafíos que enfrenta la región. El auge del autoritarismo y la crisis de representación son problemas que requieren acciones concretas por parte de todos los actores políticos y sociales. La consolidación de la democracia en la región dependerá de la capacidad de los países para fortalecer sus instituciones, promover la participación ciudadana y abordar las desigualdades sociales. Solo con un compromiso real con los valores democráticos se podrá garantizar un futuro de progreso y bienestar para los ciudadanos de América Latina.