El Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT) organiza la maratón “Una corrida por la vida”, en conmemoración del Día Nacional del Trasplante. Será este domingo 9 de julio, a partir de las 08:00 horas, en el parque Ñu Guazú de la ciudad de Luque.
Maratonistas y entusiastas del deporte, de todas las edades y niveles de condición física, participarán de la corrida de cinco kilómetros, para alentar la donación de órganos, que busca una mejor calidad de vida para las personas que requieren un trasplante.
El acceso será por el portón 1 del parque Ñu Guazú, a partir de las 08:00 horas, se realizará un registro y entrega de remeras. A las 09:30 horas, se llevará a cabo el calentamiento y, a las 10:00 horas, la corrida. La culminación la actividad está prevista para las 11:00 horas.
Cabe mencionar que, en la ocasión, además de la entrega de medallas a los participantes de la corrida, se brindará homenaje al primer equipo de trasplante cardíaco y a los principales actores de los trasplantes en nuestro país.
Serán condecorados los siguientes profesionales médicos: Dr. José Corvalán, Dr. Hugo Recalde, Dr. José Andrada, Dr. Diego Bedoya, Dr. Felipe González, Dr. Rubén Díaz Jure, Dr. Carlos Benítez, Dr. Valentín Rebbul, Dr. José Corti, Dra. Gloria Meza, Dr. Osvaldo Martínez y Dr. Carlos Nicora.
Igualmente, se informará sobre la importancia de la donación de órganos y tejidos, además de la donación de sangre. Se realizará captación de donantes voluntarios de médula ósea, asistencia médica, nutrición, fisioterapia, sorteos y premios.
«Una corrida por la vida pretende resaltar el valor y la necesidad de la donación de órganos”, refirió la Dra. Elsa Escalante, coordinadora de trasplantes del INAT.
La actividad cuenta con el apoyo del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social y la Cámara Junior International (JCI). Contará con la participación de varias autoridades.
ALTERNATIVA
El primer donante en nuestro país fue el Dr. Marco Aguayo. Según la “Ley Anita” 6170/18, toda persona mayor de 18 años es considerada donante de órganos posterior a su fallecimiento. Si alguien no desea donar, debe manifestarlo por escrito al INAT.
Un donante que ha fallecido puede salvar a más de diez personas; los órganos que se pueden donar son: dos riñones, hígado, corazón, dos pulmones y el páncreas. En cuanto a los tejidos, se pueden ceder las dos córneas, la piel y los huesos. En vida, se puede donar un riñón, una parte del hígado, como también la médula ósea, siempre que estén emparentados. Las mujeres que dan a luz en partos programados también pueden donar placenta, que es utilizada en pacientes que sufrieron quemaduras.