El marzo paraguayo de 1999 fue la primera convocatoria cívica para defender la democracia. Enrique Sánchez, uno de los jóvenes que participó en la revolución de aquel entonces, nos cuenta cómo vivió ese momento hace tantos años atrás e insta a los jóvenes a entrometerse, así como lo hicieron ellos hace casi 25 años.
“Recordamos esta fecha siempre con nostalgia, para mí fue sin dudas una de las fiestas de la civilización más importantes de la República. Realmente es un hecho que atentó contra la democracia en ese momento. Hay que estar permanentemente como centinelas de la democracia porque ya no somos los jóvenes que éramos antes”, indicó.
Enfatizó en que la República necesita que las instituciones estén fuertes, sobre todo las democráticas y que la ciudadanía esté en vela para protegerla. Una vigilia permanente porque los sucesos que se van produciendo revisten todavía mucha más dimensión que la que se pensó en aquel marzo.
PUNTO DE INFLEXIÓN
Según Sánchez, el Paraguay dijo “no” a los modelos autoritarios. Dijo “no” a todo sistema que atropella y que sobre todo socave las bases fundamentales del estado de derecho, de la democracia y sus instituciones en el país.
“Aunque hubo eventos posteriores a eso, los intentos mesiánicos y autoritarios no prenden ya en Paraguay. Si bien es cierto, hay un resabio fuerte adicional con respecto a los modelos dictatoriales, creo que eso es ya una victoria asegurada y que de alguna manera encontró en el marzo paraguayo su punto de inflexión, un cambio en el cual Paraguay no está dispuesto a aceptar modelos autoimpuestos ni mucho menos que socaven los principios de la democracia”, remarcó.
Finalmente, mostró su preocupación por la escasa participación de jóvenes en cuestiones políticas y los alentó a votar en las próximas elecciones al candidato de su preferencia, pero que vote.
“Me preocupa ver hoy una sociedad entre los 18 y 23 años a quienes les interesa muy poco la política y la participación ciudadana en hechos fundamentales. Insto a los jóvenes a que participen. Nuestras elecciones son el 30 de abril y tenemos 813.000 jóvenes en Asunción y 1.200.000 en todo el país que no les interesa absolutamente nada estas cuestiones tan importantes para el porvenir del Paraguay”, concluyó.
COMO LOS VIEJOS TIEMPOS
Asimismo, en honor a este hecho histórico que marcó al país, Nelson Argaña, hijo del vicepresidente Argaña, brindó un discurso contundente, en el cual refiere que “Cartes es un marginal” y lo acusa del asesinato de Rodrigo Quintana junto a su operador José Ortiz. A continuación el discurso completo:
Compatriotas, hoy recordamos el vigésimo cuarto aniversario del magnicidio de Luis María Argaña Ferraro, quien siempre dijo la verdad, poniendo como garantía el ejemplo de su vida y su obra de gran caudillo, con pasión de pueblo y con pasión a la justicia.
El doctor Argaña era un idealista indomable, un intelectual, político de raza, capaz, eficiente y ordenado. Buen administrador, de acrisolada y reconocida honestidad, austero e insobornable, porque se ubicaba en la realidad que vivía y era sensible a los problemas de la Patria.
Y es precisamente de ahí donde forjó su espíritu solidario al prójimo. No le importaba tanto agradar, como sí le importaba ayudar, era un estadista.
Su firme personalidad y carácter hacía que pise fuerte aún en la peores circunstancias, demócrata a carta cabal, aun cuando fue robado fraudulentamente en las elecciones no propició nunca el uso de la fuerza y mucho menos de la violencia, simplemente volvió a la lucha, porque era más que un luchador, era un gladiador de la democracia.
Traicionado por supuestos amigos e injuriado por poderosos y mafiosos, no perdía nunca la fe. Se levantaba de vuelta cual ave fénix, volvía a la lucha. Pese a tantas felonías e infamias, Argaña no se achicaba ante el poderoso «Goliat» gubernamental.
Así era, valiente y corajudo que llegaba a tal punto que rayaba la temeridad.
Vivió como un héroe y murió como héroe, luchando por sus ideales.
En una de las obras de Neruda hemos leído que lo único eterno es el olvido, no comparto dicha afirmación, para mí lo eterno, lo necesario y perdurable es la lucha y la justicia.
Argaña quedará por siempre en la memoria del pueblo paraguayo y se hizo justicia por su magnicidio. No así por Rodrigo Quintana, los que ordenaron el atraco a la sede del Partido Liberal, y el asesinato cobarde del joven Rodrigo Quintana, el primero de abril del año 2017, siguen libres.
Es por eso que en este lugar santo, denomino al mes de abril, como el Abril del Paraguay, en homenaje a Rodrigo.
Estoy seguro que la memoria de los conciudadanos y conciudadanas no es frágil y no olvida a sus mártires. El Abril del Paraguay debe servir como testimonio de coraje y valentía del pueblo paraguayo, porque Rodrigo Quintana impidió la enmienda de sangre cartista, lamentablemente con su vida, que fue sesgada por los chacales de la muerte, capitaneado desde Mburuvicha Róga, por estos canallas cartistas, como se ilustra en el cartel.
Aquí estaremos, como muro infranqueable, cuando pretendan retornar, con su peón Santiago Peña, quienes trajeron las hordas de dolor, muerte y luto. Estaremos como aguijón incesante en la conciencia de los titiriteros que quieran devuelta promover a través de su títere la barbarie, el odio y el crimen sin castigo a los actores morales.
Es un alto honor, como paraguayo, y como colorado de nacimiento, hablar en representación del histórico Movimiento de Reconciliación Colorada, recordar al gran colorado Luis María Argaña y al joven liberal Rodrigo Quintana.
La justicia tiene compromiso social y legal para juzgar con ecuanimidad e imparcialidad, sin importar, si los autores morales e intelectuales, sean ricos y poderosos, aun teniendo encubridores perversos y significativamente corruptos.
Compatriotas, paraguayos y paraguayas.
Para mí constituye un orgullo, ser el hijo político de Luis María Argaña, y pedir justicia para un joven paraguayo Rodrigo Quintana. Debemos luchar y exigir justicia por nuestro compatriota Rodrigo, por eso debemos decir no al significativamente corrupto Horacio artes, y su capataz José Ortiz (Tabesa), quienes son los presuntos autores y encubridores morales del asesinato de Rodrigo Quintana, además a través de su peón Peña tienen como propuesta aplicar a raja tabla el neoliberalismo, la privatización y el capitalismo salvaje, que tanto daño ha hecho al Paraguay.
El doctor Argaña pregonaba la justicia social, la distribución simétrica de las tierras en el Paraguay y el Estado Servidor del Ser Humano.
VIVA LA SANTÍSIMA TRINIDAD
PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO
VIVA LA JUSTICIA
VIVA LA PATRIA