En señal de obediencia humilde, el Papa Francisco se postró durante unos minutos en el suelo de la casi vacía Basílica de San Pedro para la Misa por la Pasión de Cristo, donde el predicador papal dijo que el coronavirus le ha recordado a los fieles que son mortales, no todopoderosos.
«Dios participa en nuestro dolor para vencerlo», y en medio de tanto sufrimiento causado por esta pandemia, «es aliado nuestro, no del virus». Son las palabras del Padre Raniero Cantalamessa, Predicador de la Casa Pontificia, en la homilía de la celebración de la Pasión del Señor, presidida por el Papa Francisco en la Basílica de San Pedro. El fraile capuchino lanzó un mensaje contundente: «No hagamos que tanto dolor, tantos muertos, tanto compromiso heroico por parte de los agentes sanitarios haya sido en vano. Construyamos una vida más fraterna, más humana y más cristiana».
Viernes Santo, día en el que la Iglesia recuerda la crucifixión y la muerte de Jesús, el Papa Francisco presidió la celebración de la Pasión del Señor en una solemne Basílica de San Pedro vacía, sin la presencia física de los fieles a causa de la pandemia del coronavirus que ha forzado el aislamiento de millones de personas en todo el mundo.