Miles de católicos paraguayos se reencontraron este jueves para venerar a la Virgen de Caacupé, patrona del país, durante las celebraciones marianas en la localidad que le da su nombre, a 55 kilómetros de Asunción.
Después de dos años de limitaciones por la pandemia de la covid-19, los devotos de ese país han vuelto a congregarse en las inmediaciones de la Basílica de Nuestra Señora de los Milagros, para participar como cada 8 de diciembre de la misa central en honor a la virgen.
Los fieles, que comenzaron el pasado 28 de noviembre el novenario que precede a la festividad, caminaron masivamente durante la madrugada de este jueves para sortear el sol y las altas temperaturas, que durante estos días han obligado a las autoridades a adoptar medidas para resguardar a quienes deciden peregrinar largos trayectos.
El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social recomendó a los peregrinos usar calzados y ropa cómoda e hidratarse continuamente.
Pese a la magnitud de la ola de calor, que ha disparado a más de 38 grados centígrados los termómetros en Paraguay, la cantidad de fieles que asistieron este jueves a la celebración principal fue similar a la de años anteriores a la pandemia, informaron las autoridades.
Por otra parte, se han instalado puestos provisorios y fijos de atención médica, y se han movilizado ambulancias, un helicóptero y alrededor de 1.800 profesionales de la salud.
Según el Ministerio de Salud, unas 7.111 personas han sido atendidas desde finales de noviembre pasado en los puestos médicos, de las cuales 27 fueron derivadas a hospitales.
«Los principales motivos de consulta siguen siendo por lesiones ampollares, dolores musculares, cefalea e hipertensión arterial», informaron las autoridades.
Los organizadores de esta celebración mariana estiman que Caacupé recibirá entre el 28 de noviembre y el 15 de diciembre a cerca de cuatro millones de fieles.
Esta peregrinación es una de las más grandes de América Latina. EFE