La política siempre es incierta, y el voto en la mayoría de las veces es emocional, no racional, según varios estudios de actualidad. El Partido Colorado es un partido centenario, con más de 2,5 millones de afiliados. Y muchas veces nos preguntamos si podría caer en el 2023, ante la fuerte división interna. Si el candidato ganador de las internas no logra aglutinar a todos los colorados, podría caer.
En el 2008 ganó la presidencia Fernando Lugo, quien tuvo la victoria gracias a la coyuntura. Se presentó como un líder mesiánico, y logró captar votos colorados, situación que lo ayudó enormemente para llegar al Palacio de Gobierno. Lugo representó la alternancia y rompió con la hegemonía colorada que estuvo en el poder por más de 60 años.
La ANR actualmente enfrenta una gran división, que día a día se está intensificando. Hay intereses económicos y políticos enormes entre los dos bandos en disputa. Tal es así, que algunos analistas políticos ven difícil que se concrete el abrazo republicano. Si la ANR no logra la unidad, varios afiliados podrían migrar a otros partidos. La figura de Efraín no podría atraer a los colorados, pero si Euclides Acevedo (que está fuera de la Concertación).
Aún es difícil tener un pronóstico claro, pero si no hay unidad colorada, y si los partidos de oposición operan de manera inteligente, podrían contar con ventajas en los comicios del 2023. Pero debemos reconocer también que la ANR ha aprendido lecciones, con la experiencia del 2008. Ya estuvo en la llanura y sus referentes entienden lo que eso implica.
Pero en política no se puede descartar ningún escenario. Y tanto la oposición como la ANR
tienen chance para ganar. La diferencia se marcará a favor del candidato que comunique
mejor, que sea más operativo, y también de factores exógenos, como los pedidos de
extradición y declaraciones como “significativamente corruptos”.