Que cada sector remunere a su representante en IPS
¿Cuál es la misión de un consejero en el Instituto de Previsión Social? Entre sus funciones, la mayor parte tiene que ver con cuestiones administrativas vinculadas a los estados contables del ente que maneja dos vertientes centrales: los fondos jubilatorios aportados por empleadores y empleados, y el seguro de salud. Son los verdaderos propietarios de toda esta organización. A ellos corresponde decidir el rumbo de la institución.
El ente fue creado en 1943, con cinco consejeros que duraban tres años y que recibían una dieta por cada sesión a la que asistan. Con el paso del tiempo, la duración del cargo subió a cinco años. ¿Y en qué ha venido a derivar este formato original?
El Consejo de Administración está conformado por miembros que representan a los ministerios de Salud Pública y de Trabajo, a las empresas con más de 10 trabajadores, a los trabajadores asegurados y a los jubilados y pensionados asociados. Los tres últimos, en especial, tienen la misión de ser celosos custodios de los intereses de sus representados. Esta razonable conformación se ha ido degenerando con el tiempo para convertirse en una especie de dinosaurio que, aparte de los cinco miembros originales, tiene hoy otros 82 que asumen identidades tales como “cargo de confianza” o simplemente “directivo”. En este pelotón hay 32 que no acreditan profesión alguna pero que cobran entre 3 y 11 millones de guaraníes. Cada consejero cobra 17 millones en concepto de dieta, 12 millones de bonificación y 3 millones en gastos de representación. Total, 32 millones, casi como el Presidente Abdo. Rentados por el organismo que deben vigilar, ¿Qué protección de sus intereses puede esperar el laburante de a pie? El actual representante de los trabajadores gasta su tiempo en una campaña electoral por una senaduría, mientras sus representados deambulan por todo el IPS buscando remedios que no hay, especialidades que no funcionan y médicos que prometen atenderlos a fin de año.
Este bastardeo del sistema de representación sectorial en el IPS debe cambiar. Que cada sector remunere a su representante y los dos ministerios a los suyos. ¿Qué esperanza pueden tener jubilados y trabajadores si quienes dicen representarlos son becarios de lujo a los que se les cierra la boca a fuerza de privilegios?
Hay que reformar el sistema, y cuanto antes.