Una situación alarmante que se da en el país es que la ley de emergencia fue presentada por el Poder Ejecutivo para fortalecer el sistema de salud y de los US$ 514 millones presupuestados para la cartera sanitaria, solo se utilizó el 0, 54% (excluyendo el anticipo para las dos empresas de las compras fallidas).
El senador Stephan Rasmussen, mencionó que hay todavía más de US$ 830 millones sin ejecutar de los US$ 1.600 millones, y específicamente en el Ministerio de Salud hubo licitaciones por más de US$ 150 millones, pero por US$ 140 millones se cancelaron.
“Según los controles de la Bicameral prácticamente no hay licitaciones en curso. Existen más de US$ 510 millones disponibles en el Ministerio de Salud y llama la atención que el Poder Ejecutivo siga pidiendo más deudas, siendo que no ejecutó ni el 50% de la ley de emergencia que en teoría era para 2 a 3 meses y ya pasaron. Vemos muy lento la ejecución del Poder Ejecutivo con relación a la ley de emergencia”, acotó Rasmussen.
CON POCA EJECUCIÓN
Por su parte, el senador Amado Florentín comentó que no se está viendo ningún avance y a pesar de recibir las donaciones, si se disparan los casos y si se da un colapso sanitario, gran parte de la culpa va a ser del Ministro de Salud.
“En el encuentro con el presidente de la República manifestamos que endeudar al país especialmente para mega obras que generen poco empleo, que no tengan un enfoque social, va a hacer muy difícil la cooperación en el Senado. Hay que ser claros, no podemos endeudar al país como si fuera que estamos en tiempos normales. El PIB va a tener una disminución y hay que ser muy cuidadosos. No es salir en contra del Gobierno, pero tenemos que ser claros”, afirmó el senador Florentín.
SECTOR PRIVADO
Un punto muy importante es que el Fondo de Garantía del Paraguay (Fogapy) plantea que bancos, financieras, cooperativas, puedan otorgar créditos a mipymes que es un sector muy afectado, y de los US$ 565 millones se utilizó el 21% a la semana pasada.
El senador Stephan Rasmussen explicó que algo que va a sacar al país de esta crisis es la producción y el sector privado, y los dos instrumentos que se destinaron al sector privado para que tengan más movimiento, tienen una ejecución muy baja.
“La diferencia entre el Fogapy y el fideicomiso es que el primero es garantía del Estado a préstamos que dan las instituciones financieras, en que es dinero de los depositantes, y en el fideicomiso el propio dinero público se presta al usuario final. Actualmente tiene un 14% de transferencias a instituciones financieras. No tenemos el número exacto de cuántas de esas transferencias se dieron a los consumidores finales, pero en la medida que ese dinero no llegue al sector privado la reactivación económica será más difícil”.
Agregó que la ciudadanía y sectores como el de gastronomía, hotelería, organización de eventos, están desesperados. Expuso que se deberá adecuar la reglamentación para que esto llegue a más beneficiarios, pues hay alrededor de 80 mil carpetas y no pasan los 30 mil préstamos aprobados, o sea, existen 77 mil carpetas sin atender por parte del Estado.
“Hay una pésima capacidad de gestión, si te dan US$ 1.600 millones, pasaron dos meses en medio de una pandemia con la ciudadanía encerrada por un bien mayor que es la vida, se tiene el dinero y no se ejecuta. En el caso de salud es muy gráfico, ejecutar US$ 4 millones, de los cuales US$ 2 millones se tiene que recuperar, y queden US$ 512 millones para ejecutar y no se haga, además una persona joven de Ciudad del Este murió por no tener los insumos, todo esto es responsabilidad del Ministro de Salud y el presidente de la República”
Continuó diciendo que si el ministro Mazzoleni no sabe ejecutar el dinero que la ciudadanía le da es mejor dar un paso al costado y que entre otra persona.
“El Ministro de salud hizo mal la ejecución y más grave es que fue muy poco radical y firme en hechos de corrupción. No puede ser que pasen 2 meses y se sospeche de 2 o 3 personas de rango inferior siendo que se pararon US$ 140 millones de licitación. Hay más gente metida en esto y la autoridad debe poner la mano firme. No puede decir sigo confiando en todo el mundo, es una falta de respeto a toda la ciudadanía”, concluyó el senador Rasmussen.
