Indudablemente el hecho de que el Paraguay no haya ingresado en la lista gris de Gafilat, que es una organización que hace un estudio exhaustivo acerca de cómo se manejan las finanzas dentro de un país es una buena noticia, pero no lo es tanto si es que miramos de qué manera todavía muchos de los responsables de lo que ha sido vivir en ascuas durante todo este tiempo, ante la posibilidad de acabar en un territorio gris, continúa siendo referentes en el campo financiero.
Todo el equipo que manejó las finanzas durante el gobierno de Cartes, ahora son empleados en sus empresas bancarias y financieras, uno de ellos, un ex presidente del Banco Basa, es miembro de la Comisión Nacional de Valores. Ustedes se imaginan un banco sospechado de varias actividades ilícitas que tenga que estar controlando el operativo financiero del país. Todas estas cosas no tienen que decir desde afuera, porque desde adentro no somos capaces de apartar la cizaña del trigo de aquello que realmente perjudica al país y que una sanción como la que se esperaba podría darse y que no se dio, también tiene un altísimo impactó en la economía en general. Hay que aprender en el Paraguay acerca de quiénes son los que realmente le hacen un grave daño al país llevado por su codicia fundamentalmente, y por su deseo de figuración de carácter personal pero que perjudica la marca país. Zafamos del Gafilat por el momento, por un año vamos a ver cómo vienen las cosas y si somos capaces de sancionar no sólo desde el punto de vista ético, sino también, desde el punto de vista económico a los que afectan al país.
