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Zafadas políticas

El verbo zafar (liberar, quitar un estorbo) viene del árabe andalusí záh y este del árabe clásico azáh (apartar). Es un adjetivo que se aplica a la gente moza, de modales irrespetuosos, de palabra libre y desenvuelta. Relacionada a formas de expresarse o de ser. No solo en Paraguay existieron y existen muchas personas que desde la política se destacan por faltar el respeto a los espacios de trabajo, su título, compañeros de ocupación en el estado y el uso o abuso de los bienes públicos para propósitos particulares, cómo ahora se ha detectado en Brasil con el ex pdte Bolsonaro cómo protagonista de la historia. El mismo podría enfrentar cargos en Brasil por venta de joyas saudíes.

 

El expresidente de Brasil podría ser acusado por la apropiación de regalos que recibió de mandatarios extranjeros. Las joyas están valoradas en 3,2 millones de dólares e incluyen un collar de diamantes, un anillo, un reloj y pendientes que el Gobierno saudí le regaló a Bolsonaro y a la ex primera dama Michelle Bolsonaro. Esto luego de haber hecho unos 5.840 euros por mes durante su presidencia, Gs. 43.216.000,00 durante su presidencia 2019-2022.

La Policía Federal brasileña imputó, el jueves 4 de julio, al expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022) por el supuesto intento de apropiación indebida de unas millonarias joyas que le fueron obsequiadas por países árabes cuando aún ejercía como jefe de Estado de Brasil.

Este acontecimiento puede servir a personas como Oscar Nenecho Rodríguez, alcalde asunceno para entender que no se encuentra solo en cuanto a personas zafadas en política se refiere. Rodríguez se encuentra bajo investigación por haber malversado fondos pertenecientes a la comunidad asuncena.

En Brasil la policía, tras concluir la respectiva investigación, presentó cargos contra doce personas, incluyendo al líder ultraderechista, por los delitos de apropiación de bien público, lavado de dinero y asociación para delinquir.

Según la Policía, Bolsonaro recibió dinero en efectivo por la venta de dos relojes de lujo que recibió como regalo de Arabia Saudita. Brasil exige a sus ciudadanos que llegan en avión desde el extranjero que declaren los bienes con un valor superior a 1.000 dólares y, por cualquier monto que supere esa exención, paguen un impuesto equivalente al 50% de su valor.

Actos descarados o desvergonzados cómo estos nos dan la pauta de lo que no se debe hacer cómo presidente o ex presidente de cualquier país, en ese puesto o cualquier cargo estatal de serias responsabilidades cómo dirigiendo un ministerio, intendencia, gobernación, siendo parlamentario o empleado de cualquier cargo estatal, que exige seriedad, preparación, honestidad y un espíritu de empatía por el ciudadano al que sirve y espera ser bien atendido y respondido de acuerdo a lo que contribuye para su estado.

En en el caso de Brasil que posee una dimensión de 8 511 965 km² con una población de 215,3 millones dónde se practica el “jogo bonito” y se espera menos zafados y/o abusos por parte de sus servidores públicos. Bem vivido.

 

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