El incremento de los precios de los combustibles ha tenido un efecto demoledor sobre la economía paraguaya y mundial. El conflicto entre Ucrania y Rusia ha hecho que el petróleo tenga una cotización alta, alcanzando casi US$ 140/el barril.
Ha bajado también drásticamente, y en esto no hay una aplicación concreta, sólo ante el primer atisbo de incremento, inmediatamente los nuestros suben los precios, pero cuando bajan no lo hacen en la misma proporción. Están muy contentos los gasolineros que tienen una estación de servicio pegada a la otra, lo que también incrementa su costo operativo y también un Estado que llega a cobrar hasta el 38% el impuesto por cada litro.
Es una ecuación perfecta, contraria a los intereses de la gente, que tiene un altísimo costo sobre el bolsillo de los ciudadanos. Hay que buscar cambiar esta ecuación del diablo que puede terminar siendo un efecto devastador sobre todo en la población paraguaya.
