El proceso de las últimas votaciones municipales desarrolladas dejó un antes y un después para las siguientes series de sufragio, principalmente por la nueva metodología adoptada desde entonces: el voto electrónico.
No obstante, la necesidad de determinar el nivel de interpretación del procedimiento a llevarse a cabo, así como la adecuada participación ciudadana, un estudio llevado a cabo por la ONG Tedic, buscó visualizar cómo los votantes en Asunción interactuaron con las máquinas de votación electrónica, tanto en sus aspectos positivos como negativos.
Por ello, en el marco de las elecciones municipales de octubre pasado, desde Tedic se realizó una encuesta de usabilidad en 20 colegios electorales de la ciudad de Asunción. Fueron recolectadas 438 encuestas con cuotas de sexo y edad. El trabajo fue investigado por Leticia Alcaraz, Eduardo Carrillo y Diana García.
Desde la organización afirmaron que la actividad se enmarca en el compromiso asumido de acompañar y sistematizar el proceso de implementación de máquinas de votación electrónica a escala nacional.
El objetivo principal de la encuesta fue documentar las experiencias de usabilidad de votantes en Asunción, en relación al sistema electrónico de votación. Por otra parte, la encuesta buscó sistematizar experiencias de fallas técnicas de las máquinas.
“Por un lado, observamos que la gente sabía que iba a votar, de hecho el 98,2% de los votantes estaba informado acerca de la implementación del voto electrónico, pero dentro de esa cantidad de electores nos preguntamos también cuál es el nivel de entendimiento de los mismos sobre las máquinas de votación y el nuevo procedimiento”, indicó Eduardo Carrillo, relacionista internacional y máster en administración pública con énfasis en tecnología digital.
Eduardo Carrillo
En este sentido, pese a los datos recolectados que brindaron una postura ligeramente positiva en cuanto a la manera en que se sufragó en el país, aún queda la pregunta de cómo va a ejercer su derecho a voto el ciudadano: ¿está al tanto de todo lo que implica la adaptación tecnológica o solo se va a votar porque sí?
POCO INFORMADOS
Pese a que una gran cantidad de asuncenos se encontraba al tanto del proceso de digitalización llevado a cabo y un 41,9% lo vio como algo fácil cómodo y sencillo, Carrillo destacó que en contrapartida solo 4,7% de los votantes consiguió información por parte del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE).
“Cuando miramos desde un punto de vista más particular, desde Tedic notamos datos más preocupantes en cuanto a las percepciones e interpretaciones de los votantes. La brecha de género se nota entre la cantidad de mujeres que no practicó la votación electrónica, en comparación con el número de hombres que sí lo hizo”, mencionó Carrillo.
Los datos expuestos por el investigador corresponden a 39,8% de hombres que no practicó las votaciones digitales, frente a un 55,2% de mujeres que no lo hizo. Por otro lado, también se encuentra el control de las papeletas, que se podía realizar a través de un chip RFID.
En líneas generales, la gente no usó esa funcionalidad, solo el 31,3%. En cuanto al porcentaje, nuevamente se observó una brecha de género, con 13,7% de mujeres indicando que controlaron su voto, frente al 30,5% de hombres que lo hizo.
“Esperamos que los hacedores de políticas públicas en general puedan mirar un poco estos datos y a partir de allí generar acciones, poniendo énfasis en que las mujeres por ejemplo deben recibir una mejor información acerca del control de su voto, así como también lo que implica el sufragio a través de la digitalización”, destacó el investigador.
Otro dato que no deja de preocupar es el porcentaje de personas que ingresaron al cuarto oscuro en acompañamiento, el cual se destacó en un 15,8% bajo la excusa del voto accesible. Por su parte, un 21,4% de los votantes no considera que el cuarto oscuro sea seguro.
De esta manera, Carrillo destacó que para las próximas elecciones del 2023 resulta urgente que el TSJE capacite mejor a los miembros de mesa, lo cual podría verse como un trabajo en conjunto entre la institución y los partidos políticos. “Esto porque los porcentajes son realmente preocupantes y no pueden ser replicados de nuevo”, señaló.
Todas estas acciones concretas que se centran en seguir trabajando en la confiabilidad y seguridad del ejercicio de las votaciones, deberían ser llevadas a cabo a través de políticas concretas por parte de las autoridades, de cara a las elecciones del 2023.
