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Vender un candidato no es lo mismo que vender pasta de diente

Un candidato a un puesto electivo del que fuese (Gremio, Asociación, Congreso de la Nación, Presidencia de la República o Club Deportivo) no puede tener una comunicación que sea casi un copy paste de una campaña tradicional de venta de un producto o servicio. La lógica del marketing de marca no puede ser utilizada de forma indiscriminada sobre una campaña de imagen de gobierno o en el marco de unas elecciones.

Si dentro del calendario de publicaciones para redes sociales por ejemplo tenemos solo flayers de las fechas conmemorativas y no pensamos en acciones, en contar historias en un enfoque diferenciador y disruptivo, estamos siguiendo el camino fácil, el camino que no suma. Una fecha como navidad, la independencia o el día del folklore no se pueden resumir en un flayer acartonado, si no va a ser un video o una acción, debe ser una imagen que rompa el esquema tradicional y que nos posicione.

Por eso las redes sociales, la estrategia de comunicación y el discurso político no solo deben ir unidos, independiente a que las bajadas y los lenguajes sufran ajustes según las plataformas, la esencia básica se debe mantener. Pero sobre todo debe estar pensada y encuadrada con datos reales de estudios previos. Un CM (Community Manager) sin conocimiento de política y de comunicación política no puede manejar solo las cuentas, necesariamente debe tener una guía que este constantemente interactuando con diseñadores y cm´s. Incluso si los que manejan las redes tienen experiencia de agencia, si no están guiados por una lógica de estrategia a la larga no solo se cometerán muchos erros si no que se desaprovecharan oportunidades de visibilidad.

Los dos grandes enemigos de las redes sociales de un candidato o de una persona que este en ejercicio del poder son:

La visión comercial propia del marketing de venta y la visión institucional que no se desmarca de los protocolos. El primero no comprende que una elección vinculada a un cargo no es una elección de marca comercial, y el segundo enemigo no sale del molde tradicional, perdiendo en los dos casos ante una visión holística y estratégica que les habla a distintos públicos y que intervienen en temas variados donde gana popularidad y aprobación.

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