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Vehículos eléctricos y promesas

En medio del cierre de grifos al petróleo y gas ruso a los europeos, esta semana el titular de la Ande dijo que la empresa sólo podría proveer en carga lenta hidroenergía a 75 mil autos o camiones eléctricos. Lejos de los un millón que usan derivados del petróleo. Estamos muy lejos de cambiar nuestra matriz energética a pesar de tener el per capita hidroenergético más grande del mundo.

Han cambiado las formas de movilizarnos, antes con tractores o sobre animales, bicicletas luego vehículos movilizados con energía fósil, hidrocarburos, que es uno de los sistemas más usados en el país y el mundo. Estamos haciendo una transición hacia la energía eléctrica que tenemos los paraguayos en abundancia.. Una que presenta varias ventajas entre las que se encuentran;
Es de fácil transporte.
Mejora los niveles de vida.
Permitió el nacimiento de la luz artificial.
Desarrollo tecnológico y científico.
Surgimiento de los coches eléctricos.
Participación en procesos químicos.
Accesible.

El uso de vehículos eléctricos ya no forma parte sólo del guion de una película de ficción sino es una realidad tangible cómo la fuerza que tiene la electricidad en nuestro cuerpo. En algunas ciudades que hacen uso de energías para su rutina diaria ya se encuentran en desarrollo promesas serias en relación al uso de la electricidad para el transporte.

Iniciar los cambios
En Londres, el gobierno del Reino Unido promete multiplicar por 10 los cargadores de automóviles eléctricos para 2030. De esta manera en uno de los países que tiene una flota de 32 millones de automóviles movidos a energía fósil más queda lejos a lo que presenta los EEUU cómo una seria verdad, 255 millones de automóviles que hace a este país un serio actor en la contaminación medioambiental.

Algo que debe empezar a formar parte de la agenda política también de nuestro país por el hecho de formar parte del planeta uno que en las estaciones que nos toca pasar nos enseña su incomodidad con los accidentes naturales que no tienen forma de detenerse una vez iniciados, masi sí de controlar su existencia si todo el mundo actúa y trabaja en un colectivo comprometido con la vida, tomando y practicando medidas preventivas cómo la inglesa.

Necesitamos los paraguayos seguir este modelo en media de esta crisis global de energía.

El movimiento comercial de los vehículos a su vez obliga a la creación de espacios en los que se recargue la batería para continuar su movimiento. Hay que buscar opciones y más todavía cuando tenemos abundante hidroenergía.

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