En estos tiempos de pandemia y con la falta de vacunas hemos comprobado que el tiempo no solo pasa sino que vuela y allí varios hechos se desarrollan. Lo más grave en este momento que como país no sabemos con certeza cuándo veremos realmente la luz al final del túnel.
El número de 100 fallecidos como promedio por día equivale a casi todos los jugadores de primera división del fútbol por día!. Mientras la llegada completa de dosis para terminar de una buena vez la inoculación no se ve en el horizonte. Celebramos las cantidades de a puchitos y mendigando biológicos cuando tuvimos y tenemos dinero para comprarlos. Los países que han inoculado hoy atraen visitantes como los EEUU y evitaron que el número de fallecidos que solo en ese país cercan a los 600 mil muertos equivale a todos los caídos en sus guerras – que no son pocas- en 80 años.
Volver a la normalidad del libre transporte de personas a lugares públicos sin miedo, volver a las reuniones sociales y el trabajo normal entre compañeros en oficinas o cualquier espacio que involucre estar con más de 1 persona que representa debe ser el objetivo y en eso las vacunas son determinantes y no lo tenemos por la mala administración del sistema de vacunaciones o inconsciencia social.
DEBEMOS APRENDER
La “cuarentena» empezó el 11 de marzo del 2020, y hasta este año se siguen haciendo polladas u otras actividades que sirvan para juntar dinero con el fin de asistir a la gente internada por quienes se debió pensar antes de llegar el día en que nos preguntemos; dónde están las vacunas?. Hoy solo las vemos en fotografías empaquetadas más solo verlas no ayuda de nada si no son inoculadas, y al tiempo en que veamos atrás y nos digamos, tanto tiempo pasó y así también muchas vidas han pasado a la otra dimensión, mientras se pudo haber controlado este tema mucho antes. Nuestra ineficacia y procrastrinaciòn nos pasan la factura.
La enfermedad y problemas de salud no tienen tiempo ni nada que esperar cuando se dio inicio su trabajo en la salud, y no solo en Paraguay sino en todo el globo, donde no hay reloj que se detenga ni haga vuelta atrás si no se usa las mejores vacunas que son la prevención, consciencia social y efectivo trabajo en equipo para marcar el gol de la recuperación, salud y vida copiando el modelo futbolístico donde somos buenos en los empates.
Tenemos que cambiar el modelo de juego, de preparaciòn y de conciencia para evitar a futuro lamentarnos mas muertos y daños graves a la sociedad en todos los frentes. Hay que aprender de esta tragedia.-